Ego. Nadie discute que Mbappé es un fenómeno, un jugador con unas cualidades inmensas, un Ronaldo Nazario en potencia si consigue optimizar todas sus virtudes. El problema no son sus piernas, sino más bien su cabeza. Su ego. A Mbappé le han coloreado un escenario en el que él lo controla todo. Es la antítesis del brasileño que viene a Europa a demostrar lo que lleva dentro; en su caso son los clubes los que deben demostrarle a él. Y no, Kylian: esto va al revés.
Rémora. Después de conseguir que el PSG echara a Pochettino y Leonardo, de que volviera Luis Campos, de hacer caso a Antero Henrique y renovar, solo unos días después, ya estaba enfadado. Todo un proyecto en torno a él, un giro copernicano al club, queda en el aire por los vaivenes de un veinteañero al que han bañado en oro. Llegados a este punto, procede la pregunta sobre si alguien como Mbappé es beneficioso para un club. La respuesta está en gente como Haaland o Vinicius. Tan buenos o más que él y con una actitud diametralmente opuesta. Futbolistas además de megaestrellas.
Karim. El lunes entrega ‘France Football’ en París el Balón de Oro más cantado de los últimos años. Benzema zanjó cualquier debate con una última campaña espectacular. Es esta la primera edición en la que se premia la temporada entera y no dos a caballo como antes. Queda fuera el Mundial. Es decir, el del próximo año tendrá el valor añadido de que premiará también la cita mundialista. Comienza, pues, la pelea por relevar a Karim. ¿Estará Mbappé?
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Hola Qatar. Cada vez que Qatar quiere abrirse y ser claro con el mundo occidental, más altisonante suena su discurso. En una entrevista con ‘Sky’, el CEO de Qatar 2022, Nasser Al Khater, explicó que habilitarán lugares en los que aquellos hinchas que hayan bebido demasiado alcohol puedan “recuperarse”. Suena a desconocimiento absoluto sobre el funcionamiento de un torneo así y la forma de los aficionados de celebrarlo. Hasta que ruede la pelota saldrán esta y otras historias, cada cual más variopinta. Un Mundial distinto.
Hoy descubrimos a... Clemente Montes (2001). Necesita el fútbol chileno jugadores como este extremo que ya ha sido convocado por la absoluta y que ha asombrado por su nivel ofensivo y polivalencia en Católica. Varios ojeadores, entre ellos alguno de LaLiga, estuvieron viéndolo en los recientes amistosos de Chile ante Marruecos y Qatar. Termina contrato y su perfil encaja de maravilla en el fútbol europeo. No tardará en dar el salto.
