Me pido un Madrid-Barça
Desde que el Barça de Xavi cogió aire en la montaña de Montjuïc como el mago Houdini cuando estaba casi sin salida bajo el lago de hielo, todos mis amigos me piden lo mismo y yo lo comparto sin titubeos: “Ojalá nos toque el Barça en el sorteo del viernes. Muchas ganas de volver a ponerles en su sitio...”.
No es prepotencia ni falta de respeto a la tropa culé. Es un favoritismo basado en hechos reales, más allá de los aplastantes argumentos estadísticos: en la última década el Madrid lleva cinco Champions y el Barça sólo una...
En los tres últimos combates celebrados en el particular octógono de la UFC de los Clásicos, el Madrid arrasa a la Xavineta. El parcial global es de 10-2. Todo empezó en la vuelta de las semifinales de Copa, jugada en el Camp Nou. Un 0-4 imperial, con un hat-trick de Benzema y otro de Vinicius. La racha continuó esta temporada en Montjuïc, con un triunfo marcado por la explosión y consagración de Bellingham, con un doblete que dejó sin voz en el palco a los Rolling Stones. El Hey Jude dejó en silencio a más de 50.000 azulgranas...
El trío de éxitos consecutivos en los Clásicos se consumó en Riad, capital de Arabia Saudí. Nada menos que una goleada sin piedad, 4-1, dibujada con un ‘triplete’ de Vinicius, que destrozó a la zaga barcelonista, y otro de su compatriota Rodrygo. Xavi empezó a ser muy discutido a partir de aquella derrota contundente y sin excusas. Tres triunfos demoledores. Camp Nou, Montjuïc, Al Awwal Stadium. 0-4, 1-2, 1-4. Total, un 10-2 favorable al Ancelotti Team.
Por eso me motiva mucho un Madrid-Barça en cuartos. Así podríamos vengar la derrota en las semifinales de Champions de 2010-11, con la polémica expulsión de Pepe en el Bernabéu y el gol legal anulado a Higuaín en el Camp Nou. A cambio tengo el recuerdo gozoso de la semifinal de 2001-02, con el golazo de Zidane a Bonano de vaselina y el posterior de McManaman (0-2). Tumbarles ahora sería ponerles el precinto definitivo para una temporada en blanco, el color que más detestan todos ellos. Al único que no quiero ahora es al PSG. Con Mbappé en el escaparate, sería duro tener que afrontarlo.