Mbappé, ajuste concretado
El giro del francés ha sido radical en los dos últimos meses. Ya no importa su punto de partida, soluciona las jugadas con pasmosa facilidad.
Mbappé ha entrado en modo Mbappé, con todo lo que eso significa en este momento de la temporada para el Real Madrid. Se ha disparado su cuenta de goles -en Zorrilla marcó su primer hat-trick- y su expresividad ha variado de manera radical. Atrás quedó el gesto de contrariedad de las primeras semanas del campeonato, cuando no lograba ajustar ni su juego, ni sus remates, periodo de introducción al equipo que llegó a provocar portadas y titulares.
En la primera semana de diciembre, Mbappé descendió en San Mamés a su momento más preocupante. Falló un penalti de la misma manera que días antes en Anfield. Dos errores de confianza -misma elección, misma blandura- que merecieron todo tipo de interpretaciones. Hace poco reconoció el bloqueo que había sufrido. Se habían visto detalles de Mbappé, pero no el tronío de una superestrella.
Su giro ha sido radical en los dos últimos meses. El Madrid ha disputado 13 partidos: 11 victorias, el empate a tres goles en Vallecas y la derrota contra el Barça en la final de la Supercopa, partido que expresó un cambio significativo: Mbappé jugó de maravilla en un desastre de colectivo de su equipo. En el plano anímico y en el futbolístico era un jugador muy distinto al titubeante en el arranque de la temporada. Estaba preparado para influir más que nadie en la trayectoria del Real Madrid durante lo que resta de curso.
Con o sin Vinicius a su lado -el brasileño no ha participado en los encuentros con el Sevilla, Las Palmas y Valladolid-, Mbappé ha establecido las diferencias que corresponden a las grandes figuras. En Valladolid, en un partido que comenzó con una fenomenal parada de Courtois, después de la habitual concesión defensiva en los primeros minutos, Mbappé dejó claro que está en condiciones de aterrorizar a cualquier defensa. Ya no importa su punto de partida. Soluciona las jugadas con una facilidad pasmosa.
La pared con Bellingham condensó todas sus cualidades: agilidad, potencia, técnica y precisión. Un gol formulado por dos estrellas y resuelto por el delantero con el que el madridismo soñaba. Encadena goles de todos los colores y transmite la plenitud que el Madrid tendrá que aprovechar en la recta final de la temporada. Sin referirse a él, Ancelotti ha declarado que el Madrid no tendrá problemas con el gol. Mbappé ratificó en Valladolid las palabras de su entrenador.
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A diferencia de la anterior temporada, en la que el Madrid aceleró en las primeras semanas del campeonato y no paró hasta el final -victorias en la Copa de Europa y en la Liga-, la actual ha sido más compleja. Un factor interesante fue el ajuste de Mbappé a las características de Vinicius, proclamado mejor jugador del mundo por el propio presidente del club, y al desempeño de Bellingham, menos productivo en el área rival que el pasado año, por detrás del delantero francés. Todo indica que el ajuste se ha concretado. Mbappé funciona con todos y marca la diferencia.
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