Caso Lamine: llevarse mal y airearlo
Las fases de clasificación se han devaluado y dan argumentos a los clubes para la protesta.
Las tensiones selecciones-clubes son un clásico, pero en el caso Lamine alcanzan una dimensión desconocida: nunca un entrenador (Flick) le había dicho a un seleccionador (De la Fuente) que no cuidaba la salud de los jugadores. Una acusación que nunca tuvo que ser pública. De la Fuente debió ahorrarle minutos al jugador ante Turquía, pero a la vez tenía argumentos para mantenerle: había jugado completos los tres partidos anteriores en su club. Y así llegamos al sainete de que el Barça permitiera su convocatoria al no responder a una consulta médica de la RFEF para cinco horas después anunciar su baja para tres semanas. Convenía airear la mala relación.
El fútbol no ha encontrado otra fórmula que producir partidos a granel para generar más ingresos en un sector desmadrado en salarios y traspasos. Ganar una Champions cuesta ahora 17 partidos, la FIFA inventa un Mundial de Clubes que es oro para los participantes, se mantiene la Intercontinental, la Supercopa endurece la cuesta de enero y la Copa es irrenunciable para las federaciones, que además cubren una parte importantísima de su presupuesto con la venta de derechos de televisión de los partidos internacionales. Este año, sin una gran competición, España disputará diez encuentros. El pasado, con una Eurocopa, se fue a 17.
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Iribar jugó 12 años en la Selección para establecer un récord de 49 partidos que duró hasta 2008. En solo cinco cursos, Unai Simón suma ya 52. La cuestión es que las fases de clasificación han perdido interés para las potencias. En la Eurocopa del 92, última cita a la que faltó España, solo ocho selecciones llegaban a la fase final. En la de 2024 fueron 24. El Mundial 94 lo disputaron 24 países. En 2026 vuelve a EE UU con 48. España, para llegar a él, tendrá que superar a las selecciones 27 (Turquía), 68 (Georgia) y 86 (Bulgaria) del ranking FIFA. Viajes largos, rivales flojos y campos en mal estado en algún caso que dan argumentos a los entrenadores de club.
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