Martín gana, Pedrosa seduce

Jorge Martín dominó el GP de San Marino de punta a punta, con un doblete el sábado y el domingo que impulsa su candidatura al Mundial de MotoGP. El español llegó a Misano a 50 puntos del líder y vigente campeón, Pecco Bagnaia, y sale a 36, un mordisco de 14 puntos que coloca en la clasificación una diferencia muy simbólica, porque ya está a menos de un fin de semana de su rival. Recordemos que cada gran premio reparte 37. A falta de ocho citas, la remontada está a tiro. Y más si nos atenemos a sus sensaciones: “Esos circuitos me encantan”.

Martín venció con solvencia en San Marino, igual que hizo en junio en Alemania. Dos dobletes que aumentan su credibilidad. Y que devuelven al motociclismo español a la lucha por una corona que acaparó durante gran parte del siglo. Desde Jorge Lorenzo en 2012 a Joan Mir en 2020 hubo nueve títulos consecutivos. Con Marc Márquez enredado en la resolución de su futuro, mientras compite sobre una inoperante Honda, el mismo caso de Mir, sólo las prestaciones de Martín, y a veces las de Aleix Espargaró, mantienen la esperanza.

El éxito del piloto del Pramac sería el primer escalón para recuperar esa gloria en la categoría reina, pero hay un segundo trabajo que hacer, más intangible: recuperar el carisma. Misano ofreció un curioso ejemplo. Martín ganó, sí, pero fue un viejo rockero, Dani Pedrosa, quien encandiló a los seguidores con sus dos cuartos puestos. Los pilotos de su época tenían una penetración mayor en la afición. ¿Qué madre o qué abuela no recuerda al niño del Cola Cao? Pedrosa, probador de KTM, sigue siendo más conocido por el público generalista, fuera del nicho motero, que Martín o que Aleix. Y no es una cuestión solo de ganar, porque Mir conquistó el Mundial. Ese es el otro reto de Martinator. Y también de Dorna. El primero, ya saben: desbancar a Bagnaia, otro campeón con poco tirón.