Madrid y Atleti, a medias
Una parte para cada uno, un empate final de justicia y un vencedor no invitado a la cita como el Barcelona. Es el parte general de un derbi de aires cambiantes en el que el Madrid tuvo que hacer propósito de enmienda durante el partido. La primera parte la tiró y se mostró incapaz de desarbolar la propuesta conservadora de Simeone, que pasaba a defender en bloque bajo en un 1-6-2-2 con agresividad en los saltos. Sin embargo, el paso por el vestuario le cambió por completo y le sirvió para comprender, otra vez tarde, que en la amplitud estaba la única puerta abierta. El Atleti colaboró con una dudosísima defensa del área, señalado Giménez, muy lejos de lo que era, pero aun así hubo una mejoría importante en un Madrid que hizo sacar lo mejor de sí a Oblak. El equipo blanco se manejó con otra energía, movió el balón con mayor viveza hacia las bandas y los unos contra uno de Rodrygo y Vinicius fabricaron jugadas de verdadero peligro.
Prevenido por los gatillazos en los compromisos de altura, Ancelotti priorizó el control al vértigo de inicio. No en su alineación, pero sí en la idea de juego. Sin balón, colocó a su equipo en 1-4-4-2 replegado, con Rodrygo y Bellingham en los costados, y demandó a Ceballos y Valverde cuidar la posesión. El Madrid no funcionó así, se ahogó por dentro y extrañó sobremanera la posición tan interior de Vinicius. Lo agradeció un Atleti digno de confianza, junto atrás y con vuelo en las transiciones. De Paul puso ritmo, Giuliano jugueteó con la fragilidad de Fran García y Lino se lanzó bien por la izquierda. El penalti de Julián corroboró el dominio escénico de los de Simeone. Es por eso que, ante la evidente falta de efectivos atrás, una tara indisimulable por más que Asencio se preste a ser un central de garantías y gane galones merecidos, la mejor defensa para el Madrid pasa por ser un buen ataque en esta tesitura actual. Bajo esa premisa, su crecida puso al Atleti en modo sufridor, aunque los de Simeone también tuvieron las suyas con Llorente en el último tercio del encuentro. Suficiente para alcanzar un empate y flirtear con una victoria que no fue de nadie en el Bernabéu. Solo del Barça.
Ataque por la izquierda

Fran García gana altura y Vinicius le tira un desmarque a la profundidad de dentro a fuera para crear una situación clara de gol que se le escapó a Bellingham. Al bloque de hormigón del Atleti había que desajustarlo por las bandas.