Los dulces sueños de Flick

A Flick, el gol de Carlos Romero en Cornellà le pilló ya durmiendo. Se va pronto a la cama el alemán. Y se despierta con buenas noticias. Con la derrota del Madrid, el Barça ya casi está en hora en la Liga después de ganarle 1-0 al Alavés en un mediodía que casi se le indigesta, pero del que salió con holgura al descanso, cuando Hansi cogió la pizarra y, como en Lisboa, explicó a sus jugadores dónde atacar los espacios. Lo acompañó con dos cambios que estaban cantados y resultaron providenciales. De Jong y Eric hicieron fluir el juego del Barça, que fue a la yugular del partido y se lo llevó con otra demostración de oportunismo de Lewandowski, que está tapando la boca a todos los que pensaban que su continuidad era una mala idea.

Al Barça no le sobró nada, pero cuando se puso, especialmente Pedri, que está inmenso, fue demasiado para el Alavés, que jugó un partido inteligente para lo que le convenía. Lo paró con faltas tanto como pudo y le dejó Martínez Munuera. Y eso que, en ocasiones, ni así pudo parar a Lamine, que siempre te devuelve el dinero de la entrada. El slalom de la primera parte fue fabuloso. Es una gozada verlo jugar.

En fútbol, las cosas cambian rápido. El Barça, que hace un par de semanas veía la Liga imposible, entra en febrero a cuatro puntos del líder y con un Madrid-Atlético en puertas. La Champions la tiene olvidada hasta marzo gracias a su segundo puesto y en Copa se plantará en Mestalla como favorito para estar en semifinales. A la espera de Olmo, Flick está recuperando elementos para la causa. Tal vez, cuando decide irse a la cama en lugar de ver al Madrid, es para soñar que lo mantean en Montjuïc…O hasta en su conocida Múnich.