"Lo he ganado todo"
Laura Ester anunció este lunes su retirada del waterpolo visiblemente emocionada. Son las mismas lágrimas que brotaron en agosto, sentada en el banquillo, cuando la Selección femenina conquistaba el oro olímpico en París 2024, un título que suponía la culminación de un viaje glorioso para completar la Triple Corona: Mundial, Europeo (tres veces) y Juegos. “Me siento afortunada de poder decir que lo he ganado todo”, recordó Ester durante su adiós. Solo Pili Peña, Maica García y Anni Espar pueden repetir esa afirmación, aunque su caso también se corona con distinciones individuales, como mejor jugadora de Europa en 2017 y 2019, y mejor guardameta del Mundo en esos dos mismos años y en 2013. Ha brillado igualmente por clubes, con 44 títulos que incluyen siete Ligas de Campeones. Sumen otras siete platas internacionales, dos de ellas en Juegos Olímpicos, y otros dos bronces, y se toparán con un palmarés deslumbrante que merece un reconocimiento a la medida.
Es verdad que el waterpolo es un deporte minoritario, aunque bien que nos acordamos de él para engordar el medallero olímpico. Y también que las disciplinas colectivas difuminan a veces los nombres propios. Pero sería de una enorme injusticia, y de una tremenda ignorancia, no ponerlo en valor. Hace unos días, en la Gala de los Premios AS, compartió la portada de este diario con Rodrigo Hernández, Ilia Topuria, Primoz Roglic, Carlos Sainz y Jorge Martín. Si bien su rostro es menos conocido, y su deporte menos masivo, su historial sí está a la altura de la leyenda. Laura se va con la corona olímpica, el final de un bello camino. En estos Juegos gozó de menos protagonismo, ya con Martina Terré como titular. Pero tiene que estar orgullosa, porque la sucesión está asegurada y porque ese oro es la recogida de una siembra que ella también ha liderado.