Las listas de la Selección son ahora prelistas

Visto lo visto en la última convocatoria, de la que se fueron cayendo Rodri, Lamine, Huijsen y Olmo para los partidos contra Georgia y Bulgaria, a las listas de la Selección ahora hay que ponerles un asterisco y verlas, en cierta manera, como prelistas. A Luis de la Fuente le toca cruzar los dedos para que el fin de semana no le traiga malas noticias. Ya sabe que al mínimo contratiempo, se llame fatiga muscular o pubis o molestia sin más, le tocará desconvocar. Y en eso, por más que a algunos le quieran pintar como un desalmado es, muy al contrario, de lo más humano.

La lista, por lo demás, es un ejemplo de sentido común. Aunque desde un lado se apriete por Eric o Joan García; o desde otro por Carreras, De la Fuente, un tipo independiente según todos los que le conocen bien, tiene ya el bloque que jugará el Mundial el próximo verano. Salvando las bajas por lesión de habituales (Le Normand, Pedri), pendiente de la evolución de dos de sus líderes en el vestuario (Carvajal y Rodri) y teniéndolo Morata cada vez un poco más difícil, el resto es un bloque granítico. Fornals es la novedad.

España se prepara para una gran fiesta en Sevilla. No falla a un Mundial desde 1974. Un mérito que no se resalta mucho, por más que ahora esté para más que simplemente comparecer. La ausencia de Pedri, por cierto, le evitará al seleccionador el picante de ver cómo gestiona las alineaciones en el centro del campo cuando el canario, Fabián y Merino estén al cien por cien. El camino de la clasificación acaba en La Cartuja. Sería una buena señal, por qué no, hacerlo con Lamine como bandera. El mejor anuncio para ir marcando territorio con vistas al sueño americano.

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