Laporta, no cuela
Laporta compareció para explicar lo que ya sabíamos, porque nos lo habían contado ya hace dos meses la Cadena SER, una investigación de Hacienda, una denuncia de la Fiscalía y el auto de un juez. También para lucir cuatro carpetas con 629 documentos y 43 CD’s (el número de papeles fue la única novedad de la comparecencia presidencial) sobre un ‘valioso’ asesoramiento arbitral de los Enríquez, padre e hijo (puso el foco en el hijo, porque convenía alejarse lo más posible del padre), que no pasaron ante los ojos de ninguno de los entrenadores ni ninguno de los futbolistas de la época en que tuvieron lugar los pagos. Al menos, aún no ha aparecido ninguno que lo acredite y sí unos cuantos que desconocían su existencia (Valverde, Martino…).
También sugirió que probablemente hoy no hubiera contratado los servicios de un vicepresidente del Comité de Árbitros para quién sabe qué por consejo de un Área de ‘Compliance’, el recentísimo Pepito Grillo de la junta, que no existía cuando se produjeron los hechos. Y de pasada, apuntó al exmiembro de la comisión social Josep Contreras, que ya no puede pronunciarse, para volar de palo a palo, para sostener que el Barça puede saltar de investigado a perjudicado
Dos horas después del comienzo de la comparecencia de Laporta sabemos lo mismo que antes: que el Barça pagó más de siete millones por unos informes que nunca llegaron a entrenadores ni futbolistas, los únicos que podían sacar provecho de ellos. Dijo Laporta que supone que fueron a parar a manos del tesorero, el vicepresidente deportivo o a la secretaría técnica del club. Que se sepa, la información no salió de ese reducido círculo. Que se sepa, ninguno de sus miembros jugó o dirigió al equipo en ningún partido. Vamos, que se pagaba una millonada por una información que nadie utilizaba. Millonada que pagaron al menos cuatro presidentes durante 17 años y que dejó de abonarse en cuanto Enríquez dejó de pintar algo en la cúpula del arbitraje. Millonada que se incrementó durante la era Laporta sin más explicación que se incluyeron también informes internacionales y de fútbol base. Ahora decidirá un juez, que no preguntará por Tebas, ni por el Madrid, ni por quién fue o es el equipo del régimen. A ver si ante él cuela la versión de Laporta.