Laporta fichará dos veces al Señor O.
Señor O. Con esa inicial, o con las de Sr. D.O.C. (Daniel Olmo Carvajal), se refería I. F. S., el magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil, al jugador del Barça para anunciar que denegaba las medidas cautelares solicitadas por el club azulgrana, que está a tres días del desastre. Es muy probable que Laporta, maestro del escapismo, también se salve esta vez. De hecho, es posible que hasta lo celebre. Es el primer presidente que, en una mágica confusión de términos, convierte inscripciones en fichajes. Un funambulista de primer nivel que disfruta en el alambre. Así lo ha hecho desde que volvió a la presidencia en marzo de 2021. Ese mismo año, y pese a que no renovó a Messi, tuvo que esperar a que Piqué se bajase el sueldo para inscribir a Depay y Eric Garcia. Luego, les pidió a Alba y Busquets que hicieran algo parecido para poder encajar al Kun Agüero quien, cuando le detectaron sus problemas en el corazón, dejó su salario para el regreso de Dani Alves. La huida hacia delante ha continuado en el tiempo. En 2022, fueron las palancas para fichar a Lewandowski. Luego, un aval personal para que jugase Koundé. En el verano de 2023 tuvo que esperar hasta el último minuto para mandar a Kessié a Arabia y, gracias también a la fuga de Dembélé al PSG, inscribir a Gündogan. En invierno del año pasado, aprovechó la grave lesión de Gavi para hacerle sitio a Vitor Roque. Y este agosto, finalmente, las lesiones de Araújo y Christensen le han permitido hacerles un hueco a Iñigo Martínez y Olmo. Todo eso por no hablar de parches de urgencia como la cesión de Umtiti al Lecce y la inscripción en el filial de Pablo Torre.
El alambre. El Barça, como puede leerse, ha estirado el chicle hasta extremos desconocidos para inscribir jugadores. Ahora tiene abiertas la vía de un nuevo Juzgado, una entelequia de venta de palcos VIP del futuro Spotify, otro nuevo aval personal; e incluso, según nuevas informaciones, la opción de regresar a la vía Piqué y renovar a alguna vaca sagrada difiriendo su salario. La pregunta es: si un Juzgado vuelve a tumbar al Barça, y hasta ahora no le ha tenido luz verde, ¿LaLiga podría dar el sí en 48 horas a una de las gateras de Laporta? Sería extraño. Pero también lo sería dejar sin trabajar al jugador que salvó con su cabeza el 2-2 de Inglaterra en la final de Berlín; o que le marcó el 2-1 a Francia. Y que regresó a su Barça para darle valor a la marca LaLiga..., quien permitió su primera inscripción. A todo esto, si Laporta fracasa en su nueva misión imposible tiene dos opciones por dignidad: dimitir o dimitir.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.