La sociedad de la temporada 24-25 la forman Julián Alvarez y Griezmann
Pues ya han pasado unas semanas como para decir que lo del Atlético es una moda pasajera. Los rojiblancos, como si de una prolongación del partido de Champions se tratase, realizaron de nuevo en Pucela un partido soberbio. Con su equilibrado 1-4-4-2, con esas sociedades De Paul-Barrios en el centro; Galán-Gallaguer, en la izquierda; Llorente-Giulano en la banda derecha; y Lenglet-Gimenez en la parcela central de la defensa, demostraron ser un equipo compacto y creativo en la parte de arriba. Algunos dirán que contra equipos menores, pero tengo la certeza de que hace semanas no hubiese arrasado como ahora. La desorientación de entonces ha dado paso a una fórmula en las que todos producen más cosas positivas.
Mención especial para lo que me parece la sociedad de la temporada 24-25, Julián Alvarez y Griezmann, jugadores talentosos que no rehúsan a ponerse el mono con sus botas de charol. El argentino y el francés son un ejemplo para que los que le acompañan no cejen en seguir su compromiso sin balón; es admirable que futbolistas con ese pedigrí tengan ese nivel de continuidad en el trabajo. Para la hemeroteca quedará el gol de Griezmann, donde con un balón del rey del “parece que no, pero se lo lleva” Giuliano, pasaba al francés que con una pared con Julián realizaba un giro-control de 360 grados para con la punterita marcar un gol que acabó por aplaudir toda Pucela. Una demostración de que este actual Atlético carbura sólido y brillante.