La sociedad de la arena
Se acabó el pensamiento mágico. Hay momentos en los que ya es imposible poner parches a la realidad. Y ese momento culminó en Arabia en un partido que resume todas las miserias que el Barcelona ha tratado de esconder durante demasiado tiempo debajo de la alfombra. Xavi, Laporta y el entorno barcelonista han intentado desde hace tiempo vivir de un pensamiento mágico expresado en cada rueda de prensa y en el que se utilizaba cada bocanada de aire para tratar de construir castillos de arena, que sólo justifican la construcción de una sociedad de la arena que ha quedado destruida en Riad ante un Real Madrid que dejó en el aire la sensación de que no hizo más daño al Barcelona porque lo vio tan fácil que en un momento ya pensó que importaba más el duelo de Copa del próximo jueves ante el Atlético de Madrid. Lo del Barça fue impresentable y debe de poner fin a la idea esta de los Parches Sor Virginia que esta institución aplica por castigo.
Discurso vacío. Explicó Xavi en la previa del partido que el Barcelona iba a ser fiel al Cruyffismo y a su ADN para tener la pelota y dominar al Real Madrid y el plan salió desastrosamente. Ni el Barça tuvo la pelota, ni controló al rival, ni dominó el partido y además jugó con una defensa de la Señorita Pepis en la que Koundé, Araújo y Christensen eran un desastre atrás. A diferencia de estos, Balde era una desgracia en defensa, pero era peor aún en ataque, lo que es destacable. La opción de sacar a Pedri de inicio fue un error gigantesco. El canario necesitó 40 minutos de final para enterarse de que estaba en el campo disputando un partido, algo que todo el mundo imaginaba, menos su entrenador.
Araújo, hay problema. Uno de los errores recurrentes en el Barcelona es el de encumbrar a jugadores por lo que pueden dar antes de por lo que han dado. Araújo culminó una primera parte para llamar en el descanso al Bayern de Múnich y aceptar la imaginaria oferta de 100 millones que sus agentes deslizan por los servicios del jugador que fue humillado recurrentemente por Vinicius. Otro ejemplo de pensamiento mágico es que alguien querría incorporar a Araújo a su equipo. Pero lo de Vinicius no es nuevo, ya antes otros jugadores de menos nombre y prestigio retrataron al uruguayo, que antes de escuchar ofertas debería empezar a recordar que es jugador. El mercado es curioso, pero a día de hoy Araújo no vale nada. Como consuelo tiene el ejemplo de Balde, Christensen y Koundé, que no es que valgan nada, es que deberían pagar por jugar.
El debate que llega. Ante la sensación, cada vez más cierta, que tienen muchos barcelonistas de que han estado comprando el timo de la estampita y que esto ya no se sostiene, va a llegar el debate de la continuidad de Xavi, pero la figura del entrenador explica muchas cosas como líder del grupo, pero no las resuelve todas. El presidente también tiene su parte de culpa porque es el que lo ha consentido todo. Cualquier equipo puede perder claramente una final, pero perder de esta manera debe tener consecuencias. Eso no es una frase mía, es de Laporta.
Gracias Munuera. No podríamos acabar este artículo sin agradecer a Munuera que no concediera ni un minuto de alargue para no hacer más larga la agonía de un equipo al que el castillo de arena se le destruyó en Arabia. La sociedad de la arena se deshace.
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