La remontada de un equipo histórico
El espléndido verano de las Selecciones de baloncesto, con ocho finales sobre ocho posibles y la guinda del oro en el Eurobasket masculino, no pudo ser completo. Hubo un equipo que se ausentó de la fiesta. Y no un equipo cualquiera, sino uno histórico, que ha logrado importantes hitos en el presente siglo. Me refiero, por supuesto, a la Selección absoluta femenina, la misma que estuvo siete años consecutivos sin bajarse del podio desde 2013 hasta 2019, con una cosecha que incluye tres oros en Europa, la plata olímpica de Río 2016 y otra plata en el Mundial de Turquía 2014. La racha se cortó el curso pasado con un batacazo en el Eurobasket de España, donde el séptimo puesto dejó a la anfitriona no sólo sin medalla, sino también sin opciones de clasificación para el Mundial de 2022. La sexta plaza posterior en los Juegos de Tokio, unida a la desagradable destitución de Lucas Mondelo, con polémicas relaciones con varias jugadoras, dejó a la Selección sin actividad en el presente año, y en pleno período de reconstrucción, con Miguel Méndez como nuevo seleccionador.
Ese mismo equipo, que hacía un año que no jugaba, se ha reunido esta semana en las Ventanas de clasificación para el Europeo 2023, con un combinado que congrega a veteranas ilustres, como Alba Torrens, la nueva capitana, Queralt Casas y Leo Rodríguez, junto a las generaciones de 1997 y 1998, además de la precoz Raquel Carrera, que se asientan en el grueso del grupo. Tras la paliza a Islandia del jueves, Huelva vuelve a acoger hoy un segundo partido ante Hungría. El triunfo da el pase al Eurobasket, el campeonato donde se produjo el origen de los males. Los regresos no son fáciles, lo comprobamos reciente con las Guerreras de balonmano, otras históricas en horas bajas. Como dice Méndez: “Estamos construyendo un equipo”. Las remontadas comienzan desde abajo.