La prueba del guantazo

Enfrentarse al Real Madrid o Barcelona en su campo es como esos campeonatos donde dos fulanos se reparten guantazos por igual. Madrid y Barça son el grandullón al que cada brazo le pesa una tonelada. Ese que da terror con solo mover el cuello, así que imaginen cuando mueve esos brazacos. Para salir de pie de este tipo de duelos, se necesita estar fuerte, sólido, sin miedo y en un estado de gracia muy destacado (o que ese día el de delante esté más muerto que vivo, aunque por mal que estén, sus guantazos valen siempre doble o triple que los tuyos).

Es verdad que este Barça parece que pega un poco menos fuerte, a lo que suma que viene encajando los golpes bastante mal. Pero el Villarreal ahora mismo se cae de un soplido. Vamos, que solo el aire de la bofetada ya lo puede tumbar. Por si fuera poco, también debes esperar a que el árbitro de turno tenga el día inspirado, que no noté la presión del escenario y su entorno. Viendo la semana que hemos vivido, no parece que árbitro y el del VAR lleguen a este partido muy tranquilos. Como decíamos, el Villarreal llega endeble y sin fuerza, aunque habrá que ver como le sientan las vitaminas que inyectan los recién llegados Bailly, Mosquera y Guedes. Si hacen que este Villarreal de Marcelino soporte bien las bofetadas azulgranas en defensa y pueden soltar algún golpe ganador del portugués o de Gerard Moreno en ataque... igual hasta salen de pie de allí.