La ley más avanzada de Europa

Actualizado a 29 de marzo de 2023 01:15 CEST

El deporte es un concepto tan amplio como las miles de disciplinas que se engloban en él. Desde la antiquísima lucha libre y todos sus derivados hasta el curioso surgimiento del ajedrez-boxeo, el deporte ha evolucionado al mismo tiempo que el propio ser humano. Existen vestigios de actividades deportivas desde la prehistoria, algunos historiadores consideran que el deporte surge en el Paleolítico Medio con los rituales en los que se empleaba la danza para invocar al buen tiempo, o a la buena suerte antes de ir a cazar. Otras teorías consideran deporte primigenio el lanzamiento de jabalina y el tiro con honda o arco, para practicar la caza o por puro pasatiempo.

Con el surgimiento de las civilizaciones antiguas, los vestigios arqueológicos relacionados con el deporte se multiplican. En ese momento, el deporte adquiere un nuevo valor social. En Mesopotamia, los reyes ejercían y publicitaban el deporte para exhibir su fuerza. Interesante es también el caso del Antiguo Egipto, donde el deporte se realizaba por profesionales con el fin de ofrecer espectáculo, conocimientos y trasmitir valores a los súbditos. Fundamental fue el papel del deporte en la Antigua Grecia: la literatura y la mitología helénica consagraron en su cultura los beneficios físicos y mentales del deporte y la educación física fue esencial en el día a día de los ciudadanos griegos. Tal fue su importancia que durante la celebración de Juegos Olímpicos las ciudades-Estado en conflicto pactaban treguas durante su transcurso.

Ya en los últimos años las actividades deportivas han expandido su protagonismo en la sociedad, el deporte del siglo XXI se ha convertido en un bien de consumo y cultural globalizado que produce grandes beneficios a la sociedad si se potencian sus ventajas y se evitan los inconvenientes que pueden surgir de una gestión nociva. Para ello es esencial contar con una legislación actualizada que permita regular este ámbito, adaptándose a las necesidades de la actualidad y proyectando las múltiples posibilidades del deporte para mejorar nuestra calidad de vida y las condiciones laborales de los trabajadores del sector.

En España contábamos con una legislación de 1990 (más de treinta años de vigencia) que regía la actividad deportiva, es evidente que era tiempo de que una nueva ley que la sustituyera. Así, la Nueva Ley del Deporte, Ley 39/2022, de 30 de diciembre, se convierte en la ley más avanzada en Europa, por lo que la presidencia española será una gran oportunidad para trasponer sus virtudes al ámbito deportivo de toda la Unión Europea.

El nuevo texto legal incorpora una nueva concepción del deporte y la actividad física en la línea marcada por la Carta Europea del Deporte. Ahora, la práctica deportiva es considerada un derecho, lo que otorga una categorización jurídica de vital importancia para reclamar servicios deportivos asequibles y de calidad. El deporte se consuma en la nueva norma como una actividad esencial para toda la ciudadanía, lo que se traduce en que los poderes públicos deben prestarle especial atención y protección. Protagonistas son las medidas destinadas a fomentar en el marco deportivo la inclusión, la igualdad, los derechos LGTBI+ y reforzar el papel de las mujeres en el deporte. El Art. 4 y 5 inciden con fuerza en estos aspectos. Por ejemplo, tal y como establece el Art. 4.5, se establece la obligatoriedad de la adopción de un protocolo de prevención y actuación para evitar los casos de discriminación y abuso en las federaciones deportivas y ligas profesionales. Además, se facilitará la profesionalización de las federaciones, eventos y gestión deportiva a través de un Plan Estratégico Nacional que favorecerá de especial modo a la financiación y difusión de las categorías femeninas y otros deportes menos extendidos.

También, las personas con discapacidad verán ampliados sus derechos a la hora de realizar deporte. El Art. 6 es el encargado de garantizar la inclusión social y la igualdad de oportunidades para todas las personas con algún tipo de discapacidad. Se eliminan todos los obstáculos y, además, se otorgarán subvenciones para promover la actividad deportiva y su visibilidad. Este avance en materia de inclusión en el deporte viene a sumarse a los grandes pasos que España ha ido dando en favor de las personas con discapacidad en el ámbito educativo, social y laboral.

En la nueva Ley del Deporte, además de brindar más protección y apoyo para todos aquellos deportistas profesionales (Art. 24), los aficionados/as y trabajadores/as de la industria deportiva podrán gozar de nuevas garantías legislativas. Así, el Art. 22 establece los derechos que disponen las personas deportistas: derecho a recibir protección del Sistema Nacional de Salud, a la libertad de asociación, a disponer de becas y ayudas para los más desfavorecidos, a la protección de datos personales y al derecho a recibir servicios por profesionales cualificados, entre otros. Más aspectos de interés son el fomento de la actividad en jóvenes y mayores, el aumento de recursos para la investigación en el ámbito deportivo y la disposición de medios especiales para zonas rurales y despobladas. Importante es, también, el papel de la digitalización e innovación en el deporte. En una sociedad en plena evolución tecnológica la Nueva Ley del Deporte tiene presente la necesidad de adaptarse a las actuales y futuras realidades socioeconómicas y al impacto que la pandemia nos ha dejado. Cabe recordar que España ya incorporó en 2020 el deporte como una de las diez palancas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del país.

Como el ojo de halcón en el tenis, como la suela de caucho en las zapatillas de correr, como la lycra en la ropa deportiva, como el Big Data para el análisis de partidos, como la fibra de carbono en las palas de pádel, el deporte y sus elementos evolucionan. La Nueva Ley del Deporte es la evolución legislativa que, al igual que estas y muchas otras innovaciones, suponen un avance para el ámbito deportivo actual en España que entiende el deporte como un espacio amable para el encuentro.