La lección de Rodri

Oporto. Estádio do Dragão. 29 de mayo de 2021. Guardiola, en un arrebato de entrenador, sentó a Rodri en la primera final de Champions en la historia del club. El español venía de disputar 53 encuentros esa campaña. Tras partir de inicio en 46 de ellos, el a priori pivote titular del City vería la totalidad de la final, así como el triunfo del Chelsea de Tuchel en tierras portuguesas, desde el banquillo.

Rayán. Education City Stadium. 6 de diciembre de 2022. España no llegó al Mundial de Qatar como la gran favorita del torneo. A Rodri, considerado por muchos el mejor pivote del mundo, le tocó hacer las veces de central. Tras cuatro partidos, 390 minutos en el eje de la zaga, un solo triunfo y una tanda de penaltis contra Marruecos, la Selección española caía eliminada en octavos de final.

París. Théâtre du Châtelet. 28 de octubre de 2024. Más de 60 años después, Rodri hizo justicia en la gala del Balón de Oro. No solo con los Xavi, Iniesta o Busquets. Decía Scholes, leyenda del United, que Rodri juega para “la gente culta del fútbol”. Ese histórico día en el que honró “al fútbol español y la figura del mediocentro”, Rodri demostró que “un chico normal, con valores, que estudia, intenta hacer las cosas bien y no se fija en los estereotipos de fuera del fútbol, puede llegar alto”. Ayudado por unas muletas, porque ni siquiera los sueños son perfectos, Rodri dio una lección.

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