La grandeza de David
“Tenía una capacidad innata para transmitir sernidad y naturalidad”

Todo chaval que haya jugado al fútbol sabe que en esas mañanas de sábado previas a los partidos es imposible contener la imaginación. En esos instantes anteriores a los noventa minutos más importantes de toda la semana, se tiran una decena de chilenas poniendo a prueba la resistencia de los muelles de la cama y se ensayan las celebraciones del gol que le dará la victoria a tu equipo en el descuento.
Los árbitros también tenemos esos pequeños momentos, solo que aquella mañana de enero, David no visualizaba el penalti que debía acertar ni esa ventaja que acabaría en gol. Frente al espejo se preguntaba si iba a ser capaz de levantar el cartelón del cuarto árbitro con su nuevo brazo ortopédico. El resto del equipo le animaba sin fisuras, pero él decía que no quería llamar la atención más de la cuenta, como si la admiración que despertaba en todos sus compañeros no fuera toda merecida.

Merecida, pero sobre todo injusta, porque lo peor que se le puede pedir a una persona en esta vida es que sea ejemplo de nada. La grandeza de David residía precisamente en esa fortaleza natural. No era una pose ante la adversidad, no jugaba al regate mental con la desgracia, tenía una capacidad innata para transmitir serenidad y naturalidad hasta el punto de darte la mano y dejarte con el brazo ortopédico colgando en el aire como si se tratase de un artículo de broma. Las risas y esa sonrisa de niño pequeño no se me olvidarán nunca.
El arbitraje, que no es más que una forma diferente y única de vivir el deporte más bonito del mundo, tiene estas cosas. Lo más grande de ser árbitro de fútbol es saber que el acoso, las amenazas, e incluso la peor de las enfermedades, jamás las vivirás solo.
David García de la Loma vivió el camino del arbitraje con la mayor intensidad y me atrevo a hablar en nombre de todo el colectivo arbitral diciendo que no podemos estar más orgullosos de haber podido formar parte de ese camino.
Hablaremos de ti y contaremos lo bonito que ha sido conocerte.
Goian bego.
*Daniel Palencia Caballero es árbitro profesional en Segunda División.
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