La gira de Alcaraz

Carlos Alcaraz regresa a la competición veinte días después de su derrota en las semifinales del US Open ante Daniil Medvedev. Lo hace en el ATP 500 de Pekín, que complementará la gira asiática con el Masters 1.000 de Shanghái. Los dos torneos reaparecen en el calendario cuatro años después de su última celebración, tras haber cancelado tres ediciones a causa de la pandemia. Con este dato es fácil deducir que Alcaraz será debutante en las dos citas. En aquel lejano 2019, Carlitos destacaba en los Challenger, pero todavía no había dado el salto a los principales eventos ATP. El español se estrena con 20 años, ya con un brillante palmarés en construcción que incluye dos coronas de Grand Slam y su paso por el número uno. El animoso público pequinés le ha recibido a la altura de esos éxitos y de sus expectativas. La ‘Alcarazmanía’ ha llegado a China. El murciano luchará por dos títulos inéditos en su historial y, a la par, por los 1.500 puntos de bolsa, que le acercarían a la reconquista del trono mundial, una vez que Novak Djokovic ha decidido renunciar a ambos.

Después de sumar en Nueva York su 24º grande, Nole tomó el camino inverso a su joven oponente. Se apuntó a la Copa Davis de Valencia, clasificó a Serbia para las Finales y se echó a descansar. Alcaraz renunció a la Davis, la Selección cayó eliminada, y ahora regresa con un exigente final de calendario que incluye dos Masters 1.000, dos ATP 500 y las ATP Finals. Ninguno de ellos, por cierto, jugó la Laver Cup, donde Europa se dio un buen batacazo. La ausencia en la Davis puede gustar más o menos al aficionado, pero al final el tenis es un deporte individual, donde cada jugador hace sus cábalas y busca sus propios objetivos. El año pasado, por ejemplo, sí la jugó, unos días después de haber ganado el US Open. Al final, alzar estos trofeos también es ondear la bandera de España. Aunque no sea en equipo.