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La foto de Pau Gasol y el MVP Almansa

La luz se hizo en el momento más necesario, con la oscuridad al acecho. Es todavía una luz tenue, lejana, que se atisba al fondo de un túnel del que no se conoce la distancia. La revelación viene de unos jóvenes de 16 y 17 años que irrumpen cargados de esperanza, de la Selección masculina que el domingo se colgó la plata en el Mundial Sub-17 de Málaga, pero que durante más de la mitad del partido dominó a la poderosa Estados Unidos. No hubo una gesta que emulara a los Júniors de Oro, pero sí brotes de una nueva generación que, si no se tuerce, puede brindar grandes dosis de gloria al baloncesto español, y también al baloncesto internacional. Los nombres de Izan Almansa y Aday Mara proyectan a lo más alto, sin perder de vista a Álvaro Folgueiras, a Lucas Langarita, a Hugo González… Ahora todo dependerá de cómo crezcan física y mentalmente, de cómo maduren dentro y fuera de la pista, de la toma correcta de decisiones de futuro y del aprovechamiento de oportunidades. Pero de momento, sin olvidar la edad, su porvenir asoma sin límite en un horizonte próximo.

Lo mejor, decíamos, ha sido el momento. Justo en la semana en la que el basket se inundó de pesimismo con el desembarco de Lorenzo Brown. No por su nacionalización, que es algo que España ya había hecho antes, y que hacen otros países y otros deportes, sino por el mensaje que emana de la decisión de la FEB: la Selección carece de relevo, incluso en la tradicional posición de base. El seleccionador, Sergio Scariolo, ha inflamado los nubarrones con su afirmación de que el equipo nacional está en la situación “más difícil de los últimos 15 años”. Y seguramente tenga razón. Bastará con repasar la lista del Eurobasket y analizar la temporada de cada uno. Los Sub-17 nos han elevado el ánimo para afrontar esa travesía. La foto de Pau Gasol entregando el trofeo MVP a Almansa es todo un símbolo.