La fiesta no fue completa
En Sevilla ratificamos, con un empatito, el pase a la fiesta futbolística de 2026 en Estados Unidos, Canadá y México...

El gol de Katalinski.- Ahora que nuestros hijos han crecido viendo a España reinar en Europa (2008, 2012 y 2024) y en el Mundo (2010) como si eso formase parte de nuestro habitual paisaje existencial, conviene recordar que desde nuestra dolorosa ausencia en el Mundial de 1974, disputado en Alemania, no hemos faltado a una sola cita interplanetaria. En Sevilla ratificamos, con un empatito, el pase a la fiesta futbolística de 2026 en Estados Unidos, Canadá y México. Pero no olvido que con ocho añitos rompí a llorar cuando el 13 de febrero de 1973, el número 13 de la extinta Yugoslavia nos apartó de la cumbre balompédica de Deutschland con un gol de Josip Katalinski, el líbero bosnio del Zeljeznicar que aprovechó un rechace de Iribar. En el minuto 13 tenía que ser. Iba a ser mi primer Mundial con uso de razón, aunque el de 1970 tampoco lo hubiese disfrutado si llego a ser mayor porque tampoco pudimos meternos en la cita de México, en la que Pelé se entronizó a lo grande como rey de reyes. Ya en 1978 vi cumplido mi sueño de ver a mi amada España en un Mundial, gracias al gol de Rubén Cano en el infierno del Pequeño Maracaná de Belgrado. Revancha cumplida ante los yugoslavos y susto incluido por el botellazo en la cabeza que sufrió mi añorado Juanito. Con 13 añitos vi, por fin, el Mundial de Argentina con una ilusión difícil de explicar. Soy un ingenuo. Pinchazo ante Austria en el debut en el estadio del Vélez Sarsfield (pese a una parada memorable de Miguel Ángel), empate sin goles ante Brasil en Mar del Plata (¡con gol fallado por Cardeñosa a puerta vacía!) y victoria estéril ante Suecia, con gol de Asensi... Y del desastre monumental de nuestro Mundial de España’82 mejor no hablar para no llenar el teclado de lágrimas de impotencia y de rabia. Definitivamente, nuestros chavales no son conscientes de la suerte que están teniendo de disfrutar de esta época dorada...
Recuerdos del Pizjuán.- El 17 de noviembre de 1993, hace 32 años y un día, asistí como hincha enfervorecido a otro partido en Sevilla que debía darnos el pase a un Mundial... que también se jugó en Estados Unidos. Pero nada que ver con el bolo intrascendente de hoy con el ejército turco. En aquella ocasión la temprana expulsión de Zubizarreta (suplido por Cañizares) nos dejaba con sólo diez en el campo y la obligación de ganar a la todopoderosa Dinamarca, campeona de la Eurocopa un año antes. Pues mis amigos y yo, desde el fondo sur de Nervión, asistimos al gol épico de Fernando Hierro que pasó a la historia. Schmeichel se quedó con el molde en la portería danesa. Noche heroica y campo lleno a reventar. No como en esta ocasión. Ver 40.000 butacas vacías en La Cartuja fue duro de asumir. Mala planificación. El día de la clasificación mundialista no puedes tener más de la mitad del campo vacío. Este error de cálculo no puede volver a repetirse. En toda España suspiran por ver a nuestra Selección y si hay que dejar La Cartuja sólo para ocasiones concretas pues se hace. La Rosaleda, el Carranza, Los Cármenes, el Colombino, El Arcángel o los Juegos del Mediterráneo se hubiesen quedado pequeños para acoger esta cita tan señalada en el calendario. Reflexionemos para que no suceda de nuevo. Nunca más.
Noticias relacionadas
Más récords.- Los goles de los turcos impidieron que Unai pudiese cerrar imbatido una fase de clasificación que ha sido casi de matrícula de honor. Pero hay dos registros que nadie puede quitarnos. El primero, haber alcanzado los 31 partidos consecutivos sin conocer la derrota, igualando el récord de esa Italia que ahora jugará su tercera repesca seguida. Y también el gol de Oyarhaaland, como le bautizo genialmente Antonio Romero en El Carrusel, permitió que sigamos sin perder un partido de clasificación mundialista en casa. ¡Sois muy grandes!
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí




Rellene su nombre y apellidos para comentar