Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

La estrella es Scariolo

Cuando una selección sin estrellas brilla en un campeonato, la estrella suele ser el equipo. De acuerdo. Pero por encima del grupo, siempre hay un técnico que hilvana las piezas hasta darle cohesión. En el caso de este Eurobasket, no veo exagerado afirmar que la estrella de la actual España es Sergio Scariolo, el seleccionador. Ya lo había sido en el Mundial de 2019, cuando la Selección conquistó el inesperado oro, pero entonces había estrellas relucientes en la pista, con Ricky Rubio y Marc Gasol al frente de la nave, que absorbían el liderazgo. También lo fue en las Ventanas FIBA, donde creó un grupo alternativo que se impregnó de sus sistemas, del espíritu de lucha y solidaridad, y que progresivamente ha dado el salto al primer escalón. Eso es obra de Scariolo. Pero hay más...

Sergio ha sido capaz de formar un grupo competitivo a pesar de las ausencias, de mantener la tensión en los más propensos a la relajación, de levantar el ánimo tras la derrota ante Bélgica, de inventar soluciones de urgencia como la repesca de Alberto Díaz… O de pulsar la alarma cuando advirtió el vacío en el puesto de base. Nos puede gustar más o menos que el baloncesto tienda a la nacionalización de jugadores sin ningún vínculo. Más bien, menos. Pero es incuestionable que la Selección tenía una necesidad y que Lorenzo Brown la cubre. Con tantas bajas, y con tanta inexperiencia, la transición atravesaba un camino espinoso. Los octavos eran un tope previsible, pero España ya está heroicamente en cuartos, tras dos victorias de mérito ante Turquía y Lituania. Ahora espera un rival, Finlandia, que, sin caer en confianzas, invita a soñar con las semifinales. Ya escribimos en días anteriores que la única solución para este torneo era que Scariolo se sacara algo de su chistera. En realidad, no ha sido cuestión de magia, aunque a veces lo parezca, sino de trabajo. Y, por supuesto, de su talento.