La EGB y el aviso de Ancelotti

En la recta final de El Chiringuito del pasado domingo, un avispado espectador propuso un nombre ingenioso para aglutinar a esa segunda unidad que tiene el Madrid de Ancelotti en ataque, formada por Endrick (E), Güler (G) y Brahim (B). Los más jóvenes se preguntarán qué es eso de la EGB, pero los que ya vamos entrando en la rodada recordamos con cariño y nostalgia esos tiempos infantiles en los que empezamos a descubrir qué era El Quijote, saber distinguir los ángulos, hacer reglas de tres, utilizar el compás con destreza o aprender a sumar, dividir y restar sin fallo. Sacar buenas notas te impulsaba para ser un buen estudiante.

Eso es lo que reivindican Endrick (18 años), Güler (19) y Brahim (25). Asumen su rol de actores secundarios ante la presencia de un Star System incuestionable copado por Rodrygo (23 años), Mbappé (25) y Vinicius (24). Pero ese tridente alternativo demostró ante el Valladolid que cuando toque apagar un incendio, tendrán el depósito de su ambición lleno de ilusiones para reivindicar un mayor share de pantalla en una plantilla plagada de talento.

Ancelotti, el páter familias de este Madrid diseñado para hacer Historia, tendrá que poner más cordura que nunca en su dilatada carrera para evitar que los egos devoren el espectacular ambiente de un vestuario que ha encontrado en el compañerismo sincero y el propósito colectivo las llaves de sus recientes éxitos. Ancelotti ya ha dado un par de avisos en sus últimas conferencias y no es baladí. Esta temporada se necesita que remen todos en la misma dirección y no admitirá divismos. El Madrid está por encima de todo.

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