La coherencia de Almeida y la sospecha sobre Reina
Se llama personalidad
Siempre ha habido jugadores de entrenamiento, especialmente vistosos sin el escrutinio del público. También existen los que destacan a favor de corriente, en contextos extremadamente beneficiosos. Pero los buenos de verdad son los que asumen el protagonismo en los malos momentos sin temor a equivocarse. André Almeida (Portugal, 22 años) pertenece a esta clase de jugadores. La delicada situación del Valencia no perjudica a su fútbol. Se mueve con elegancia, actúa con el máximo criterio y se atreve a todo. Es coherente con su forma de ser. La jugada del caño y el posterior pase por elevación para Kluivert en el partido ante Osasuna —cuatro regates buenos en cuatro intentos— resultó muy simbólica. A Almeida no le quema la pelota ni le importan los costes reputacionales de un posible error. Acelera cuando debe, se frena cuando toca. André Almeida camina con clase hasta en las malas.
Terremoto en la izquierda
Esta no es una semana cualquiera. A los frentes habituales de Liga y Champions se le une la primera convocatoria de Luis de la Fuente. No sería de extrañar la presencia en la misma de Javi Galán (28 años), en pleno apogeo con el Celta. Que solo Vinicius haya completado más regates que él da pie a pensar de su impacto en ataque. Contra el Rayo fue decisivo en la galopada que abrió el marcador con el gol de Iago Aspas en una actuación que quedó refrendada por los números: 13 duelos ganados, 11 centros completados, seis quiebros realizados... Pero Javi Galán también ha aumentado su rendimiento en la parcela defensiva. Se hizo más o menos con Isi, todo un bicho enfrente, aunque a veces debería atemperarse más al saltar en la anticipación. Acepta ese riesgo porque confía en sus posibilidades físicas, pero corre el peligro de que las consecuencias puedan ser más negativas que el provecho logrado. Una cara mala de un jugador absolutamente en progresión que reclama, con pleno derecho, un lugar en la Selección.
Ocaso sospechado
La vida deportiva de los porteros cada vez es más larga. Las bases son sólidas para justificar esta tendencia, pero tampoco nadie debería excederse en ello. La decisión del Villarrreal de vender a Rulli en invierno y no fichar a nadie para hacer la competencia a Reina le ha brindado la titularidad absoluta al veterano portero. A sus 40 años, por más que quiera, no está en plenitud. Cuando se quedó como primer espada, figuraba en los pronósticos la inseguridad que llevaba aparejada la apuesta amarilla. Y el grave fallo en el gol de Betis, el segundo en las últimas cuatro jornadas, corrobora las sospechas. Además, Reina solo firma un 65,7% de paradas, cifra lejana al 82,1% que registraba Rulli. El desgaste del exinternacional español es evidente. Al Villarreal le puede salir muy cara la gestión que ha realizado con la portería.
Con la mano
La jornada amaneció con un volcánico Cádiz-Getafe que dejó una mirada posterior hilada más a lo extradeportivo que a lo que sucedió en el terreno de juego. Pero el partido tuvo su miga y avaló, una vez más, la importancia creciente de los saques de banda en el fútbol. Con lanzadores como Luis Hernández (Cádiz) y Juan Iglesias (Getafe), que ponen el balón donde quieren, todo es más fácil. Dos de los penaltis señalados estuvieron precedidos de lanzamientos desde la banda. Asimismo, el Cádiz ya cuenta dos goles de esta factura en este curso. Quizá le valgan una salvación.