La Clasificación Histórica contra el ‘Fast Foot’

Si algo tiene de bueno el armisticio de los partidos de selecciones, además de devolvernos al encanto castizo de la segunda división y los ecos del infrafútbol, es poder parar por unos días y echar un vistazo al horizonte, a la luna a la que señala ese dedo que tantas veces nos distrae, al bosque que la sobredosis de árboles informativos no nos deja ver.

Mi punto limpio futbolero, mi refugio contra la vorágine del fútbol moderno, mi mindfulness balompédico es la Clasificación Histórica de la Liga, así con mayúsculas. Frente a la comida rápida de la actualidad que tragamos como hinchas pantagruélicos, el reino del Slow Foot. Esta tabla maravillosa llena de secretos, del coloso Real Madrid a los colistas Atlético Tetuán y Cultu, es también un caudal inagotable de datos, pero a un ritmo dilatado, humano, racional… La Historia también da noticias y, a su manera, está que arde.

Movimientos sísmicos a cámara lenta. Aunque parecen inamovibles los seis primeros, no hay que fiarse, cada década hay algún cambio gordo ahí: Madrid, Barça, Atlético, Valencia, Athletic y Sevilla, que en 2015 adelantó al Espanyol. Los pericos, séptimos, vienen de celebrar su victoria 1.000 en primera y de superar los 3.000 puntos, y con su ascenso siguen igualados en temporadas en primera (88) con el Atleti, pero tienen a la Real Sociedad de mi admirado Ander Izagirre, que a veces pedalea entre estos guarismos, pisándole los talones a 16 puntos.

En la cadencia de esta lista mágica a la que el día a día nos impide asomarnos el Celta acaba de adelantar en puntos al Real Zaragoza y entra en el top 10 de la historia de la Liga. No acaba ahí la emoción. Valladolid y Osasuna están separados por 24 puntos, ojo, y el Villarreal (17º) tiene a tiro a dos históricos norteños, Sporting y Racing, y se va a meter entre los 15 grandes esta temporada. Más abajo, el Alavés está a punto de alcanzar al Elche en el puesto 25, y el Girona (41º) va a superar al Córdoba en el próximo partido en que puntúe, y acecha al Albacete, mientras el Leganés podría pasar a Burgos, Recre y Compostela. Un no parar. Historia del balompié, fútbol tranquilo frente a la vorágine del Fast Foot.