NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

La cabeza de Luis Enrique y los pies de Unai

Confieso que Luis Enrique me tiene desconcertado. Unos días me parece un populista, a secas, y otros un genio populista. Lo mismo sale con una ocurrencia que vale para todos que suelta una verdad que no necesita demostración. Supongo que será cuestión de pillarle el punto. Pero tampoco me lo quiero tomar con mucho interés porque el Atlético le quiere y puede pagarle 17 millones más de los que gana en la Federación. Y ya se sabe que, en nuestro país, entre España y el dinero, lo segundo es lo primero. Lo saben ustedes, lo sé yo y lo sabe Rubiales, que, aunque disimula, asume.

Lo que espero es que, antes de irse, Luis Enrique gane la segunda estrella. Tiene capacidad para eso. Aún no he visto ningún equipo mejor que la Selección. Y eso es mérito suyo. Seamos sinceros, casi nadie pensaba que con los jugadores que tiene iba a hacer lo que hace. Puede que Luis Enrique caiga mejor o peor, pero es buen entrenador. Muy bueno. Ahora ya sólo espero que solucione lo que puede costarnos la eliminación: los apuros para sacar la pelota cuando nos presionan arriba. Sería duro caer así. No hay peor cuña que la de la misma madera. Unai Simón es un porterazo. Pero sufre en esas jugadas. Y menos mal que Lucho le puso cerca a Rodrigo, que saca todos los melones que le llegan. Me temo que esta noche Japón intentará apurar a Unai con presión alta. Y no sé si Rodrigo estará...