Kroos dirige, Klopp dimite
Pese a las llamadas de alerta, del todo exageradas, el Madrid no tuvo ningún tipo de problema para confirmar el trabajo hecho de Anfield ante un rival irreconocible. El Liverpool, en concreto Klopp, eligió morir de la peor manera posible, sin ser quien es. Fue una renuncia completa a sus ideas contra un Madrid que conjugó el talento creativo con la máxima concentración para rellenar la barriga con un nuevo triunfo europeo. Benzema apareció como el goleador, aunque su nivel actual dista mucho de su merecida reputación futbolística. De principio a fin, el orden, el ritmo y las ocasiones fueron de un Madrid en el que destacaron Militao, Modric, Vinicius y, sobre todo, Kroos. Es tan inusual como cruel que ahora mismo el alemán se debata entre la continuidad o la retirada definitiva. Porque su rendimiento le da para seguir jugando hasta que él quiera. Le vino de perlas que el Liverpool dimitiera en la presión y se manejara sin energía en la recuperación. Ahí Kroos emergió para templar y acelerar el juego, para mirar a un lado y al otro, para saltar continuamente líneas de presión y para conectar con Benzema y Vinicius. Dio un recital en toda regla con el beneplácito de Klopp.
El planteamiento del entrenador del Liverpool sugirió una capitulación antes de empezar a buscar la hazaña. No hubo ni rastro de la verticalidad red, ni amago de apretar la salida del Madrid. Sin efervescencia, con un doble pivote formado por jugadores de un corte más físico que de calidad como son Milner y Fabinho, el Liverpool no fue nada. De alguna forma, no buscó arriba al Madrid pensando que le iba a ser imposible quitarle el balón. Pero es que este Liverpool tampoco está preparado para defenderse en campo propio, menos con el agujero que le supone siempre el enfrentamiento particular entre Alexander-Arnold y Vinicius. En algún mundo paralelo el lateral británico podrá algún día confrontar con el brasileño, pero en este parece que eso no sucederá nunca. Este Liverpool, ya de por sí de mínimos este curso, quedó deformado por decisión propia de Klopp y desarregló todavía más su desaseada eliminatoria. Todo lo contrario que un Madrid al que la Champions le hace sacar lo mejor de sí mismo. También de Kroos, al que por el bien de todo aficionado al fútbol se espera seguir disfrutando. Larga vida al alemán.
Salta líneas como si nada
Kroos inicia una conducción entre los centrocampistas del Liverpool que desactiva por completo los tímidos intentos rivales para arrebatarle la pelota. Acción de máxima calidad que pone de relieve la visión creativa del alemán.