Bellingham también tiene cosas de Cristiano

No es un juicio apresurado ni hiperbólico. Lo que ha hecho Bellingham en estos dos meses le acerca a la senda de los grandes de la historia del club. Alfredo Relaño le comparó con Di Stéfano y no olvido que fue el periodista que escribió una biografía autorizada de La Saeta y que tuvo la suerte de verle directamente en el Bernabéu muchos años. Sin duda, una voz autorizada. Y Javier Herráez y Dani Garrido, en El Carrusel, afirmaban el martes que Jude tiene cada vez más cosas de Zidane.

Pues yo les añado que también tiene detalles, gestos y decisiones dignas de Cristiano Ronaldo. Ese carisma en el campo, su manera de celebrar los goles hasta convertirlo en un festejo icónico, su espíritu de lucha irreductible, su versatilidad para llegar al ataque con varios registros, su personalidad para pedir la pelota en los peores momentos del equipo, su afán por superarse cada día que pasa y soñar con ser el mejor del mundo sin perder su humildad genética, su madridismo indisimulado...

Cristiano estuvo nueve años en el Madrid y marcó una época dorada, con 450 goles que ayudaron a ganar, por encima de todo, cuatro Champions y otros tantos Balones de Oro. De momento, Jude ha igualado a CR7 en su arranque liguero (6 goles en las primeras siete jornadas) y también marcó en sus dos primeros partidos de blanco, como Cristiano en 2009 y Karembeu en 1998. Ambos ganaron una Champions de blanco. Tengo muy claro que si le respetan las lesiones tenemos a un jugador-franquicia y a un futbolista que va a marcar una época, como lo hicieron en su día Alfredo Di Stéfano, Zidane... y Cristiano Ronaldo.