¿Jubilarías a Roger Federer?
Roger Federer anunció su retirada del tenis a los 41 años. Muchos coincidirán en que es una edad elevada para un deportista, sin embargo es una edad en la que un profesional aún tiene mucho que aportar.
Habitualmente en las empresas vemos multitud de jóvenes con grandes cargos y asumiendo grandes responsabilidades. Sin embargo, en mi experiencia personal, veo que muchos de ellos necesitan trabajar su liderazgo de equipos, el manejo del estrés y la gestión de su energía. Áreas que el talento senior suele dominar.
Roger Federer ha conseguido grandes logros en su carrera, lo ha ganado todo, incluido el respeto de personas que no son seguidoras del tenis. ¿Alguien podría pensar en que Federer ya no sirve, que no puede aportar nada más, porque su cuerpo ya no le responde como cuando tenía 25 años? Pues, desgraciadamente, estamos viendo algo así en demasiadas empresas donde a partir de los 45-50 años parece que estas personas ya no aportarán nada a la organización. Más extraño es, si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos, son profesionales que no necesitan su físico sino su mente para desarrollar su trabajo.
Entonces, cómo podemos sacar el máximo rendimiento del talento senior en las empresas. Personas con una gran experiencia y a las que todavía les queda mucho que aportar.
1. Lo primero que me viene a la mente es que se rompan los estereotipos. Pensar que el talento senior es más lento, que es más reflexivo, más tozudo, que toma mejores decisiones… Da lo mismo si son positivos o negativos, trabajar desde estereotipos te llevará a poner etiquetas y a no valorar a cada persona de manera individual.
2. La comunicación es clave. Indicar claramente lo que se espera de ellos, cuáles son las expectativas y los objetivos a conseguir les facilitará la tarea y la asunción de responsabilidades.
3. Motivación, motivación y motivación. Identificar cuáles son las áreas, responsabilidades o funciones que les motivan, que les hacen levantarse cada mañana para trabajar. Hacerlo, les ayudará a mantener ese nivel de energía y pasión para que las tareas salgan.
4. Valorarles por lo que han hecho y por lo que pueden llegar a hacer. Perder tantos años de experiencia y de vivencias, incluso si las cosas no se hacen ahora así, sería un gran error para cualquier compañía. Cómo tomaban decisiones antes puede ayudar a jóvenes profesionales a encontrar patrones que les sirvan hoy para tomar decisiones con más rapidez.
5. Ayúdales a formarse, tanto en tecnología, como en nuevas metodologías de trabajo. Anímales a que mantengan esa curiosidad y esa necesidad de seguir creciendo.
6. No necesitan saber que eres el jefe. El talento senior siempre ha trabajado en organizaciones jerarquizadas, donde los roles y las dinámicas de poder estaban claras. Invítales a dar lo mejor que tienen creando un entorno donde sientan la posibilidad de aportar al equipo y a la compañía.
7. Puesto que se habla mucho de equilibrar la vida laboral y la personal, de la flexibilidad horaria, del derecho a la desconexión, permite que trabajen a su ritmo. Algunos pueden decidir trabajar más horas o tomar un descanso más largo en la comida. Al final, no se trata de las horas que se trabajan y cuándo se trabajan, sino de los resultados que se consiguen.
8. Utiliza el mentoring con ellos. Ponles un mentor más joven que les ayude a moverse en este nuevo mundo y úsales como mentores de profesionales con menos experiencia para que les enseñen a reflexionar, tomar distancia, analizar y a trabajar desde la calma en los momentos más frenéticos de la empresa.
9. Remunérales no sólo con dinero, sino también con productos que les sean atractivos. Normalmente este colectivo ha alcanzado niveles de compensación elevados en el pasado, por lo que es posible que estén más interesados en otro tipo de beneficios que les puedan mantener motivados. Desde un seguro médico, días de vacaciones, aprendizajes específicos u otras acciones o utilidades que les puedan atraer.
10. Finalmente, organiza jornadas de team building donde puedan compartir momentos divertidos con el resto de la empresa. Esto siempre generará vínculos y relaciones que ayudarán a que las dinámicas positivas del equipo se mantengan en niveles elevados.
En definitiva, querer jubilar a Roger Federer porque ya no pueda ganar un Grand Slam sería un error desde el punto de vista de la Federación Internacional de Tenis y, de la sociedad en general. Simplemente hay que buscarle el mejor encaje para que siga aportando a las nuevas generaciones de tenistas, a los fans del tenis y a la población en general, todo lo que ha vivido como uno de los grandes tenistas de la historia.