Opinión

Javier Enríquez desmonta la coartada

El hijo del exvicepresidente arbitral le aseguró a la jueza que él solo cobró 60.000 euros por esos informes sobre colegiados...

Javier Enríquez Negreira, en la Ciutat de la Justicia de Barcelona.
GORKA LEIZA
Luis Nieto
Director adjunto. Licenciado en CC de la Información por la U. Complutense y máster en Transformación Digital y Estratégica (EOI), inició su carrera en el Diario Ya. Trabajó El Independiente y Diario 16. Llegó a AS en 1996. Ha ejercido las funciones de jefe de fútbol, redactor jefe, subdirector, director de la página web y director de Información.
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El caso. Se cumplen 1.312 días desde que la SER adelantara que la Fiscalía investigaba el pago de más de siete millones de euros por parte del Barça, durante 17 años y con cuatro presidentes distintos, al que fuera vicepresidente de los árbitros Enríquez Negreira. El caso ha pasado ya por las manos de tres jueces: Silvia López, que inicio la instrucción; Joaquín Aguirre, que se hizo cargo del asunto desde julio de 2023, y Alejandra Gil, que lo retomó en enero de este año tras la jubilación de su antecesor y que se ha dado seis meses más de plazo para investigar. Demasiado tiempo transcurrido para un asunto que ha envilecido mucho el mundo del arbitraje.

Dilación. A España le ampara una legislación garantista que al deporte incomoda. De hecho, las federaciones han reducido plazos hasta el límite para asegurar la inmediatez de los castigos: quien infringe la ley un domingo no juega el siguiente. Salirse de eso se entiende como adulterar las competiciones. De ahí que la dilación del caso impida dormir en paz al fútbol hasta que un tribunal no resuelva. Hoy se sabe algo más que ayer, porque Javier Enríquez, hijo del exvicepresidente arbitral, le aseguró a la jueza que él solo cobró 60.000 euros por esos informes sobre colegiados que ningún técnico ha confesado ver y que Laporta esgrimió como el trabajo que justificaba los pagos.

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Influencia. Ahora falta confirmar que el resto se pagó por lo que la mayoría sospecha que se pagó, incluido el juez Aguirre, que habló de beneficios “en toma de decisiones”. Habrá que ver hasta dónde llegó la influencia, nula según Rosell y Bartomeu, que se consideraron simples herederos y no promotores de la trama y que argumentaron que al Barça le bastaba con Messi y compañía para ganar. En definitiva, pagaban con gusto y sin necesidad en un periodo en que el equipo ganó 22 títulos nacionales por 10 internacionales, mientras el Madrid, que saca a pasear a Negreira tras cada error arbitral, conquistaba 10 aquí y 15 fuera. Se precisa juicio y sentencia.

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