Contra todo pronóstico, Diakhaby
Un medio distinto
Los principios son aliados de las sorpresas. Contra todo pronóstico, por una simple cuestión de expectativas, el Valencia más contrahecho casi de su historia derrotó al Sevilla en un ejercicio de fe, disciplina colectiva y carácter. Baraja ordenó un despliegue defensivo inteligente, abogó por la verticalidad en las transiciones y tocó las piezas necesarias para llevar a Mendilibar siempre a rebufo de sus decisiones. En tan inesperado desenlace contribuyó sobremanera la figura de Mouctar Diakhaby (26 años), un central disperso que se adueñó del centro del campo contra toda lógica. A priori, sus referencias para jugar en esa posición no son las mejores. Con el balón anda medio peleado, padece desajustes tácticos recurrentes y no destaca por su tranquilidad. Pero en Sevilla cuajó un partido más que notable, coronado con el gol, tanto en la distribución (41 pases) como en la destrucción (diez recuperaciones). Su planta física alteró al Sevilla, que se quedó sin respuestas ni ideas (95 entregas erradas en campo contrario). La ubicación de Diakhaby en la medular se entiende como un experimento de Baraja en una plantilla cogida con alfileres, pero quizá haya encontrado más que un recurso ahí.
Saber estar
En el Villarreal-Betis todos los ojos se fueron al debut magnífico de Isco, que dio motivos abundantes para pensar en su redención en esta nueva etapa abierta en el equipo verdiblanco. Fue un buen Betis, que demostró todo su arsenal ofensivo. Luiz Henrique tiró de desborde, Borja Iglesias se hizo grande de espaldas, Willian José ató los tres puntos y Ayoze Pérez desempeñó una labor impagable. A sus 30 años, el jugador canario atraviesa un período de madurez que le hace elegir bien. Su gol llegando desde atrás especifica su nuevo conocimiento del juego. Algo que también se escenifica en su trabajo incansable, duelo a duelo (19 contra el Villarreal). Por sus cualidades puede ser un futbolista diferencial en el Betis que se aproveche del regate de Luiz Henrique, la visión de Isco y la capacidad de atracción sobre los defensas que producen Borja Iglesias o Willian José.
Lo malo y lo bueno
LaLiga empezó con un Almería-Rayo de contradicciones. Se pegó un tiro en el pie el equipo de Vicente Moreno, con dos penaltis tan absurdos como catedralicios, y su mejoría posterior tropezó con el armazón rayista. Aun así, el Almería proyectó cosas interesantes. Tiene buena plantilla y un entrenador metódico para no sufrir tanto como el curso pasado. Eso sí, necesitará corregirse y exprimir la mejor versión de sus jugadores en cada uno de los partidos. Akieme (25 años) sirve como ejemplo. La tontuna de penalti que hizo contrastó con su proyección ofensiva y una acción individual fabulosa en la que dejó a Luis Suárez delante de Dimitrievski. El lateral izquierdo completó seis regates, la cifra más alta de la jornada inaugural.
El potencial
La vida sigue igual en el Mallorca de Aguirre, el equipo ultracompetitivo por excelencia. El estreno ante Las Palmas pudo ser mejor, pero lo que vuelve a quedar claro es que va a ser un bloque tremendamente consistente donde el balón parado le será un arma de uso íntimo. Cada córner que botó, sobre todo desde la salida al campo de Sergi Darder, colocó a Las Palmas en una situación delicadísima. Así empató Raíllo, así pudo remontar Muriqi. El Mallorca ya fue el equipo que más porcentaje de sus goles totales los hizo desde la estrategia (43%) la pasada temporada y apunta a repetir camino.