Hasta la NBA se inspira
Este jueves arranca la Copa del Rey, la competición más atractiva del baloncesto actual. Tanto es así, que incluso la NBA se inspira en su formato para organizar un futuro torneo. Hay que presumir de ello. La Copa, ya saben, reúne a los ocho primeros clasificados de la Liga ACB en una misma sede durante cuatro jornadas trepidantes. El que gane tres partidos será el campeón: cuartos, semifinal y final. Del jueves al domingo hablaremos sobre todo de eso, de los duelos que se sucederán en el Palau Municipal d’Esports, más conocido como el Palau Olímpic. Estaremos pendientes de si los resultados de cuartos deparan un Clásico en las semifinales; de si el Baskonia o el Tenerife o el Valencia o algún otro son capaces de romper una racha de 13 títulos consecutivos del Barça y el Madrid; de si el anfitrión, el Joventut, consigue llegar lejos… Hablaremos de equipos y hablaremos de jugadores. ¿Quién relevará a Nikola Mirotic como el MVP del campeonato? Los técnicos de la ACB apuestan por Dzanan Musa.
Pero fuera de la cancha hay otra Copa de la que quizá hablaremos menos, pero que conviene resaltar. Está, por ejemplo, la Minicopa, que comenzó este miércoles en el remodelado Poliesportiu Llefià con las jóvenes promesas del basket español en liza. O tenemos la convivencia entre las ocho aficiones, que se escenificará el sábado con un encuentro festivo, único en el Mundo. O también la Fan Zone de 15.000 metros cuadrados, que ofrecerá actividades diversas: conciertos, bailes, mates, 3x3… Todo ello en una sede ilustre del basket, de la que aún no he citado el nombre, pero seguro que ya lo habrán adivinado. La Copa vuelve 38 años después a Badalona, una de las cunas del baloncesto español, cantera de jugadores y de sueños. Su entrenador, Carles Durán, define la oportunidad con una palabra: “Ilusión”. La ciudad se merecía este retorno. La Copa siempre es una fiesta. En Badalona, un poquito más.