Hassan cierra a lo Zatopek, EEUU manda y España marcha
Una maratón inusual, con dos repechos más propios de una carrera ciclista (500 metros al 18%), otorgó a Sifan Hassan el rol de Zatopek de la era de la tecnología. Es la neerlandesa una atleta peculiar, con movimiento excéntricos en carrera y una capacidad para el fondo descomunal. Bronce olímpico en 5.000 y 10.000, y oro en los 42.195 metros en el último día de los Juegos de París, en la prueba que puso el cierre al programa de atletismo con una espectacular llegada a la meta en Los Inválidos. Un recinto repleto de gente, igual que ha estado cada día el Stade de France en Saint-Denis, mañana y noche.
Estos Juegos han hecho a Estados Unidos el país ‘jefe’ indiscutible del atletismo mundial. 34 medallas (14 de oro) y exhibiciones apabullantes como la de Sydney McLaughlin, con su récord mundial de 400 vallas (50.37), o Grant Holloway en 110 vallas. También han tenido agradables sorpresas como la de Cole Hocker, en 1.500. El éxito de los norteamericanos se basa en la buena estructura profesional de su atletismo, pero viene de la base, del sistema universitario. Excepto Noah Lyles, todos sus campeones olímpicos crecieron en la NCAA.
Los tentáculos del sistema universitario de Estados Unidos han ido más allá del país en estos Juegos de París. Julien Alfred, campeona en 100 y el primer oro de Santa Lucía, estudió en Texas y Armand Duplantis, en Louisiana State. Ha sido el sueco otro de los grandes protagonistas en el estadio, con su récord mundial de pértiga (6,25). Ya lo ha batido nueve veces y no conoce ningún tipo de rival. Su distancia con los demás es sideral.
Caída de Jamaica y Kenia sigue firme
Dejan estos Juegos un reflejo del bajón de Jamaica en la velocidad, con el único destello de Kishane Thompson, subcampeón en 100. El oro en la isla de los sprinters lo ha ganado un discóbolo, Roje Stona. Las cosas cambian, y un africano se ha impuesto por primera vez en los 200 metros. Es Letsile Tebogo, un fino velocista. Su victoria supuso un día de fiesta nacional (literal) en Botswana.
Kenia ha sido segunda en el medallero específico del atletismo. 11 metales, cuatro oros. No cuentan con un sistema tan sofisticado como el de EEUU, pero sí tienen una cantera inagotable de fondistas. En Kenia correr lo es todo. Se asistió en París a la caída del héroe Kipchoge, fulminado por el circuito de maratón y con problemas físicos. Y emergieron mujeres. Beatrice Chebet duplicó oro en 5.000 y 10.000, Faith Kipyegon ganó 1.500 y fue plata en 5.000. Y otro mito de Kenia fue emulado. Emmanuel Wanyonyi se aproximó a David Rudisha. Ganó en 800 con 1:41.19 y corrió en cabeza desde el principio, igual que hacía el icono de las dos vueltas.
España y sus cuatro medallas
Acaba España quinta en la lista de medallas atléticas, gracias al oro conjunto de María Pérez y Álvaro Martín en el relevo mixto de la marcha y al título de Jordan Díaz en triple salto. Pérez y Martín sumaron, además, una plata y un bronce individuales en 20km. Ya son los dos marchadores más decisivos del atletismo español. Por tiempo en la élite, por palmarés, por fiabilidad, y por personalidad. Jordan Díaz ansiaba el título olímpico desde que llegó a Guadalajara en una difícil decisión. Abandonar todo y entregarse a Pedroso para convertirse en el mejor saltador de triple del planeta. Ya lo es.
Ha firmado la Selección española nueve puestos de finalista. Muy valiosos fueron el cuarto de Quique Llopis en 110 metros vallas y el quinto de Attaoui en 800. Dos talentos que se han confirmado en la élite mundial. Ana Peleteiro sacó un diploma de valor y Yulenmis Aguilar se estrenó con su sexto en jabalina. Laura García-Caro selló un séptimo en marcha. Más allá de eso, hubo alegrías como Águeda Marqués, el récord de España de 1.500 de Marta Pérez, Irene Sánchez-Escribano y su gran marca en 3.000 obstáculos...
Para cerrar, unos Juegos de París espectaculares en atletismo, con EEUU en plan hegemónico, con España reivindicándose como la gran potencia de la marcha y estrellas olímpicas como Duplantis, McLaughlin, Lyles y finalmente Sifan Hassan, que emuló al checo Zatopek. La Locomotora Humana que ganó tres oro, en 5.000, 10.000 y maratón en los Juegos de Helsinki 1952.
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