NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Hacer de lo excepcional una costumbre

Actualizado a

El Cádiz lleva ya un tiempo malacostumbrando a su gente. Aunque los amarillos empiecen a hacernos creer que seguir en Primera es lo normal, hay que saber darle el valor que se merece. A sus 112 años de historia, los de la Tacita de Plata sólo han vivido 15 cursos en la máxima categoría, que serán 16 el año que viene. El equipo con el tercer límite salarial más bajo de LaLiga (sólo por detrás de Girona y Elche) continuará en Primera por cuarto curso consecutivo. Un equipo que comenzó la temporada con cinco derrotas seguidas y 20 de las primeras 22 jornadas dentro de los puestos de descenso. Hay que saber darle valor a esta salvación.

Esta permanencia le pertenece al oportunismo de Negredo en el añadido de Zorrilla o al rodillazo de Sobrino en el 99′ ante el Atlético. La permanencia es ver a Ledesma vestido de santo día sí y día también, el zapatazo de Fede contra el Elche con gol de Escalante, las llegadas de argentino y Guardiola en invierno para sacar al equipo del descenso o el doblete de Bongonda hace sólo unas jornadas. Por resumir, la salvación es de Sergio, capitán del buque amarillo y de todos sus jugadores. Eso sí, si hay un verdadero factor diferencial que hace grande a este equipo, es el de su afición. Esta permanencia es de los cadistas por encima de todo, que están siempre en las buenas y las malas (estas últimas suelen ser más numerosas) dejándose la voz por los suyos, que te llenan el Mirandilla cada día de partido y autobuses en los desplazamientos. A fin de cuentas el Cádiz es de Primera por méritos propios. Y eso que el amarillo estaba maldito para algunos... ¡Enhorabuena Cádiz!