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Haaland tendrá su premio en un par de años

En la vida, lo que no consigue el deseo lo alcanza la paciencia. Erling Haaland, como buen vikingo que es, tiene un deseo indisimulado de fichar por el Real Madrid, el equipo al que desde niño ha visto levantar seis Champions (casi son siete, dado que él nació apenas dos meses después de ganar el Madrid de Del Bosque la Octava en París ante el Valencia). Igual que miles de jóvenes se han hecho este año fieles a la causa blanca tras las inolvidables remontadas ante el PSG de Messi y Mbappé, el Chelsea de Tuchel y el City de Guardiola, las jóvenes y emergentes estrellas del fútbol hablan entre ellos y acaban asumiendo que jugar en el Madrid “es un sueño”.

Lo corrobora Tchouameni, que ya canta el himno de la Décima como si hubiese nacido frente al Bernabéu. O Alaba, que ha hecho icónica su celebración de la silla en la noche del PSG. Y Camavinga, que defiende la camiseta blanca con la misma alegría que muestran los novios el día de su boda. Haaland sabe que ahora no tocaba. Benzema es el mejor delantero centro del mundo y ganará con total legitimidad el Balón de Oro. Ficharle ahora habría sido condenarle al banquillo. Pero en 2024, con Karim camino de los 37 años, podría convertirse en su heredero ideal. No le pidamos la misma calidad porque Benzema es único. Pero al gigante vikingo se le caen los goles de los bolsillos...