Guerra, el icono de ‘La Quinta del Pipo’

Javi Guerra es socio fundador de la Quinta del Pipo. Ésta lleva el apodo de Rubén Baraja porque fue quien apostó por los jóvenes sin pestañear, porque es el líder de ellos y porque tiene gancho. Del buen hacer del Pipo y del trabajo de captación y formación de la Academia del Valencia se beneficia Santi Denia, que tiene compitiendo cada semana con una camiseta que pesa lo suyo a una generación llamada a ser parte de la columna vertebral que representará a España en París. Pero, entre todos esos murciélagos, los Fran Pérez, Diego López, Mosquera, a los que bien podrían sumarse Yarek, Jesús Vázquez o Alberto Marí, el referente mediático y popular es Javi Guerra.

Lo es por su gol contra el Real Valladolid en el descuento, un zapatazo desde la frontal que si se le hubiera marchado fuera a saber dónde estaría hoy el Valencia; lo es porque tiene condiciones para ser un jugador de época en Mestalla -aunque veremos si Lim le deja serlo-; y lo es también porque es un chaval normal, con el que se identifican niños, padres y abuelos, un estudiante de márketing que si no fuera porque de lunes a viernes trabaja en Paterna y los fines de semana lo hace por los estadios de la Liga estaría en Edimburgo, Berlín o Brujas de Erasmus. Fútbol con valores. Ese es Javi Guerra.

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