Golazo del Madrid a la Premier
Los grandes clubes ingleses estaban convencidos de que Bellingham jugaría allí.


Confianza. Los grandes clubes ingleses estaban convencidos de que Bellingham jugaría allí. Lo consideraban uno de los suyos, el mayor talento de Inglaterra, ese soldado que vuelve a casa después de haber hecho una contribución a la causa. Un hijo pródigo. Llevaba demasiado tiempo fuera y los ingleses son de entre sus semejantes los que peor aceptan estar lejos de sus costumbres. Blanco y en botella. Pero no. Bellingham no regresará a la Premier. Bellingham decidió jugar en el Madrid.
Todos. El Liverpool fue el primero en bajarse del tren. Pese al interés, y a la buena mano de Klopp en Dortmund, enseguida argumentaron desde Anfield que la operación económica era inviable. Quedaban el United y el City, toda vez que el Chelsea gastó su bala de plata apostando por Enzo Fernández en invierno. United y City. Dos colosos. Dos gigantes económicos. Dos clubes a los que Bellingham decidió, sin embargo, decir que no.
Llamadas. En pleno sprint por él, ambos clubes hicieron llamadas definitivas, movimientos que tenían detrás convicciones aportadas por sus proyectos: en el City aún no ha renovado Gündogan y ademas tiene 32 años; en el United la figura de Bellingham mejoraría a Eriksen, Fred, McTominay y cualquiera que se precie como acompañante de Casemiro. La respuesta en todos los casos fue la misma: “Gracias, pero Jude ha decidido el Madrid”.
Respeto. Un éxito de mercado que necesitaban los blancos después de los últimos desenlaces con Mbappé o Haaland. Su baza sigue siendo inalcanzable para otros: la oferta incluye jugar en el club más laureado del mundo.
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