Derrota. El pasdo jueves se personaron en las instalaciones de Majadahonda Gil Marín, Carlos Bucero y Andrea Berta, los mandatarios del club madrileño. Una visita para apoyar a la plantilla y para recordar lo que está en juego. El Atlético lo intentó, pero se estrelló ante el Alavés. Tuvo ocasiones para empatar y así el encuentro hubiera tenido otro rumbo, pero el Atlético parece que llega al final de temporada desconectado de su realidad, cansado, ajeno a la importancia de quedar entre los cuatro primeros.
Mal. El primer tiempo fue bastante malo por el Atlético. Una pena porque el Athletic empató ante el Granada y los tres puntos se antojaban vitales para lograr una suculenta ventaja ante el conjunto vasco. Pero el Atlético salió como tal cosa. Recibió un tanto y luego es complicado tener que remontar. Pero no es la primera vez que le sucede al conjunto de Simeone.
Defensa. El Atlético encajó gol y lleva 12 partidos seguidos recibiendo goles. No sucedía nada igual desde 1999. Encajando goles es complicado ganar los partidos. Simeone y sus futbolistas saben que tienen que mejorar mucho en este sentido. Pero llegan los encuentros y Oblak recibe goles. No es de extrañar que uno de los grandes objetivos para la próxima temporda sea reforzar la defensa.
Giuliano. El delantero del Alavés lo dio todo ante el Atlético. Giuliano fue titular y vivió un encuentro muy especial para él. No es un futbolista de esos que enamoren por su técnica, pero es un incordio por su lucha y pelea. Mucho hablar de Samu antes del encuentro y al final fue Giuliano el titular. Fue cambiado y recibió una gran ovación por parte de la afición del conjunto vitoriano. Buen partido del hijo del Cholo. Él puso ese coraje y corazón que le faltó a los rojiblancos.
Una final. El próximo fin de semana el Atlético recibe al Athletic en una final por el cuarto puesto liguero. Estamos en la recta final del campeonato y no valen medias tintas. Está en juego acabar en Champions. Palabras mayores.