Gavi, la amenaza fantasma

Los focos señalarán a Joāo Félix y su delicadeza con la pelota, el gol de falta (largamente esperado de Ferran), la eficacia de Lewandowski o la inteligencia táctica de Cancelo. Pero todo esto que exhibió el Barcelona ante el Betis jamás hubiera sido posible sin Gavi.

El centrocampista andaluz es la amenaza fantasma, el jugador indetectable que se harta de ganar duelos individuales, de solventar situaciones complicadas, de robar balones y de trabajar a destajo sin pelota y con un criterio de veterano cuando le toca tener la pelota. Es el ‘Señor Lobo’ del Barcelona. Está para solucionar problemas.

El mejor partido del Barcelona en mucho tiempo da motivos para que la afición blaugrana tenga motivos para ser optimista. Hay pocas noches en las que todo salga tan bien como en la del sábado. Los dos últimos fichajes (los Joāos) debutaron con gol, el Barcelona volvió a marcar de falta tres años después, Lewandowski sigue fichando con regularidad, Raphinha demostró que ha entendido a la perfección lo que supone tener a Lamine en el retrovisor y el público que, esta vez sí, subió a Montjuïc superando el mito que es como ascender al K-2 demostraron que hay motivos para creer que la jugada de Laporta en la ruleta puede salir bien. Otra vez.

Pero para que algunos puedan hacer el solo de violín, siempre hará falta que alguien transporte el piano. Ese jugador es Gavi. Que es el que mantiene la tensión competitiva del equipo con un espíritu que le hace robar balones, achicar agua, iniciar contragolpes y ser el que más celebra los goles de sus compañeros. La amenaza fantasma de Gavi se llama Gavi.