Gavi, ‘insoportablemente’ original
Auténtico. Le preguntaron el año pasado a Luis Enrique, todavía entonces seleccionador, que si Pedri le recordaba a Iniesta, qué futbolista le venía a la memoria cuando veía en el césped a Gavi. Al asturiano no le salió ninguno, la mejor prueba de que es genuino. Y sí, genera ruido porque no pasa de puntillas del campo y mete la cabeza en un avispero si es necesario. Gavi tiene cosas de enfant terrible. Pero todo su supuesto malditismo está en el campo. Vivió hasta hace muy poquito en la Ciutat Esportiva, adonde lo llevaba Iván de la Peña después de los partidos, ayudaba con algunos eurillos a sus amiguetes de La Masia y aún se pasa las tardes viendo a las categorías inferiores del Barça. De momento, y para todo lo que se dice y escucha de él, tiene una vida bastante normal.
Pasión. Es difícil saber si tienen razón, pese a sus buenas intenciones, quienes le piden que contenga sus emociones en el campo. A Gavi, la templanza se la va a dar el tiempo y, entonces, será otro futbolista. El Gavi de ahora mismo tiene cero de cosmética, juega sin filtro y, algo que muchas veces se obvia, juega muy bien. Ayer, sin Busquets, De Jong, ni Pedri sobre el campo, se puso los galones y arrancó las jugadas de un par de goles del Barça en Elche. Gavi maneja las dos piernas, se gira de fábula, salta a todas de cabeza y, si alguien tiene dudas, puede ponerse el vídeo de la final de la Supercopa de Riad, donde marcó el primer gol y dio los otros dos. Todo, con su supuesta pierna menos hábil, la izquierda.
Con el 30. Entre tantas minas que va sorteando el Barça estas semanas (el ‘Caso Negreira’, el crédito del Espai Barça, las incendiarias declaraciones del padre de Ansu), pasó desapercibido que Gavi no llevó el dorsal 6 anoche. LaLiga lo ha desterrado de nuevo al 30 después de que el Juez de lo Mercantil alzase las medidas cautelares que había decretado el 31 de enero. Gavi vuelve a tener ficha del equipo “dependiente”, así que está en una situación límite. El 1 de julio será un jugador libre a coste cero si el Barça no lo encaja en su límite salarial. Se supone que la sangre no llegará al río, pero ahora que el Barça anda engordando el sueño del regreso de Messi, negociando fichajes como Gündogan o Iñigo Martínez y sondeando otros como Vitor Roque, estaría bien que definiese sus prioridades. Y la de Gavi, a día de hoy, debe ser la número uno. Es un futbolista insoportablemente original. Y no sólo un tesoro para el Barça. También para cuidar en la Selección.