Gattuso tiene que dar las respuestas

Gennaro Gattuso ha caído de pie en Mestalla. Por su figura y por su propuesta. Solo hay que ver la respuesta del público para comprobarlo, con unos porcentajes de asistencia que hacía años que no se daban. Gattuso no solo ha caído en gracia entre el respetable, también o más incluso de puertas hacia dentro del club. El italiano está siendo una bendición para Layhoon Chan, Corona, empleados en general y futbolistas en particular. De los dimes y diretes a la armonía.

Gattuso, en estos primeros meses por Valencia, da la sensación que gastó el ego intrínseco a la gente del fútbol cuando lo ganó todo siendo un destructor en el Milán e Italia, porque como creador desde los banquillos ni necesita que le bailen el agua ni mira a nadie de la Ciudad Deportiva u oficinas por encima del hombro. Sus códigos son sencillos: él quiere hablar de fútbol y a la cara, sin rodeos. Así se ganó al vestuario, con su discurso, su estilo de juego y maneras.

A sus futbolistas les convence su propuesta (acorde al estatus del Valencia) y motiva con sus retos (regalos o cenas que paga de su bolsillo). El fin de todo entrenador es sacar rendimiento a lo que tiene y dar soluciones a sus jugadores cuando tienen dudas. De lo primero dan cuenta los Cömert, Diakhaby, Lino, Almeida... y los 60 primeros minutos de cada partido; pero lo segundo está por ver en los otros 30. La respuesta a qué les pasa y las soluciones las tiene que dar Gattuso.