Ganar 27 días ya es un título

Al Arsenal, o al menos es lo que se siente desde ayer a eso de las once de la noche, se le ha vuelto a escapar la Premier por segunda temporada consecutiva. Todavía hay que jugar el domingo. Pero aunque para los gunners sea cruz aun saliéndoles el partido cara, pocos aficionados sentirán enfado o vergüenza. Competir hasta el último momento también es ganar. Cómo no va a ser ganar volverte contento, orgulloso e ilusionado del Emirates o el pub en 27 de 37 días. El sentimiento de orgullo por pertencer a una comunidad intrínseco en el fútbol está en sus niveles más altos.

El que entienda el fútbol como una carrera en la que uno gana y diecinueve pierden no ha entendido nada del fútbol. Tras esta temporada, el aficionado del Arsenal se siente de la clase alta de la Premier. Ha tenido un día ilusionado por la mañana, nervioso por la tarde y feliz por la noche casi cada semana. Diez meses en los que ha aprendido a adorar a Havertz y David Raya; ha defendido que Gabriel es el mejor central de la liga y que Odegaard no está tan lejos de De Bruyne; soportado comparaciones de Saka con Foden y Cole Palmer; y valorado cada día más a Mikel Arteta. Y la temporada que viene volverá a intentarlo creyendo que es tan favorito como el que más. Pero en unos años recordará esta etapa con cariño. Qué bien lo pasaron viendo jugar a su equipo.

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