Flick entiende que la Copa es algo serio
El peaje del sufrimiento le salió de nuevo de cara a un Barcelona, que al final doblegó a un heróico Dépor Guadalajara.
La Copa en la primera eliminatoria para los grandes es lo que se vio en el Escartín: partidos con frío, que se complican a base de la resistencia heroica de unos jugadores locales que, más allá de cómo vayan en la competición (en el caso del Depor, sinceramente mal), lo dan todo ante una grada que salta sin parar del minuto uno al 90. Encuentros que se retrasan media hora por problemas de seguridad y partidos en el que hay jugadores como Lamine Yamal que dejan claro que no los querían jugar desde el inicio. Pero se tienen que ganar para poder llegar a la final, que tampoco se sabe cuándo se va a jugar. Porque la Copa es así. Mola, pero la organizan unos incompetentes.
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Suma 21 años el Barcelona superando la primera ronda de la Copa, pero los blaugrana han tenido que pagar el peaje del sufrimiento en estos primeros compases. Sufrió ante el Inter City, ante el Linares y ante el Ibiza. Y sufrió ante un dignísimo Depor Guadalajara que lo dio todo ante un Barcelona al que le costó mucho doblegar a un equipo que les exigió bajar al barro. Mientras en el Barcelona las noticias antes del partido eran los actos de los precandidatos y la respuesta de Laporta a Florentino Pérez, los jugadores bajaron la pelota al pasto y supieron luchar ante un rival correoso y fiero, como reza su lema. Un partido de primera ronda de Copa de manual que Flick, hay que decirlo a su favor, no despreció. Y se tomó muy en serio.
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