Ferrari pierde otra oportunidad
El mejor no siempre gana. La exhibición de Carlos Sainz en el GP de Francia es una buena prueba. Sainz remontó 14 puestos en Paul Ricard, del 19º al 5º, con un total de 19 adelantamientos, y eso que tuvo que cumplir una penalización por un mal cambio de neumáticos de su equipo. Por supuesto, fue elegido el Piloto del Día. Faltaría más. Siempre nos quedará la duda de qué hubiera ocurrido si Ferrari hubiera dejado en pista al español cuando ocupaba la tercera plaza del podio, pero prefirió amarrar el resultado antes que arriesgarse a perderlo todo, y mucho más después de que Charles Leclerc, el aspirante al Mundial, llevaba rato en el garaje tras abandonar la carrera por un accidente, por un error de pilotaje que le ha hecho desperdiciar una nueva oportunidad… y van unas cuantas.
El festival de Sainz no tapa que fue un mal día para Ferrari. Otro más. Leclerc ya se ha retirado tres veces cuando ocupaba la primera plaza. Las otras dos, en Barcelona y en Bakú, fueron por averías. Pero hay de todo. Una mala estrategia le dejó sin chance en Mónaco, donde acabó cuarto. Y en Ímola sufrió un accidente que le relegó al sexto puesto. Si desgranáramos las actuaciones de Carlos también encontraríamos casos similares, sobre todo al inicio de la temporada de Fórmula 1. Unas veces por problemas de fiabilidad, otras por estrategia y otras por fallos del piloto, la sensación es que la Scuderia ha perdido demasiadas oportunidades este curso, cuando tienen un monoplaza a la altura para luchar por los máximos objetivos. Mientras tanto, Max Verstappen recoge cada regalo y lo exprime con la enorme clase que atesora. Verstappen suma dos ceros, por tres de Leclerc. Lleva siete triunfos, por tres del monegasco. No siempre fue así. Max no siempre exhibió esta regularidad, ni mucho menos. Pasó un aprendizaje, el mismo por el que transita ahora este inestable Ferrari.