Falta un partido redondo y faltan repeticiones
No sé si tuvo más sangre fría Morata en el gol o en aguantar cómo no le pitaban faltas flagrantes. Álvaro, que estuvo imperial viniendo a recibir y desahogando al equipo, tuvo que contar hasta 100 para no demostrar su desesperación mientras le agarraban continuamente. Daba la sensación de que fue un duelo de que si tú no paras de hacer aspavientos, yo no te perito las faltas. Debe ser uno de los caminos del Atlético, como bien hace el 19 rojiblanco con la Selección, el de aprovechar aclarados para venir a recibir y a partir de ahí comenzar a construir el juego.
Para subir un peldaño, los del Cholo necesitan que el tridente del medio campo tenga mayor soltura para crear. No terminan de hacer un partido redondo los rojiblancos, al igual que no terminan de despegar la fluidez de los centrocampistas, sumando a un Carrasco que lo veo modo perezoso. De nuevo, me gustó la actitud con la que salen los suplentes. Su energía positiva terminó por acorralar a la Real, que terminó por pedir la hora, y el Atleti se hizo acreedor de la victoria. Como ejemplo, su mejor hombre, Remiro, que cogía la pelota mirando el cronómetro.
De las polémicas del partido, me quedo con la misma sensación de otros encuentros, es como si las codificasen sin darle la oportunidad al aficionado al fútbol de poderla juzgar. Tener que rebobinar el Yomvi una y otra vez para verlas no creo que sea lo más justo. Aparte no es normal que con la jugada de João se vaya al VAR y la de Sadiq se perite en 10 segundos. Entiendo perfectamente la confusión de Koke con las interpretaciones. Lo dicho, el Atlético necesita recuperar la mejor versión del centro del campo como el aficionado a la Liga las repeticiones de las polémicas.