Evenepoel no se cansa
Remco Evenepoel ya se entrena en Australia junto a Wout van Aert para preparar los Mundiales de ruta. ¡Menuda pareja! Una buena prueba de que no ha acabado tan cansado la Vuelta a España como, por ejemplo, su acompañante en el podio Juan Ayuso, que ha renunciado a su debut con la Selección absoluta casi a pie de avión. Evenepoel quiere más. Su apetito de campeón no se ha saciado. Y ahora mira con ojos golosos al maillot arcoíris en sus dos versiones. El próximo domingo tendrá su primera oportunidad en la contrarreloj individual, donde teóricamente partirá con más posibilidades. Y justo una semana después disputará la carrera de fondo, en la que Bélgica volverá a presentar un equipazo, nada que ver con el grupo de circunstancias que ha formado Pascual Momparler para España.
La Vuelta suele dejar una buena pedalada para el Mundial que Evenepoel va a intentar aprovechar para engordar su ya grueso palmarés. Ya tendrá tiempo de descansar. Wollongong se perfila como un nuevo desafío para un ciclista de 22 años que devora objetivos. El último ha sido la ronda española, su reto principal del curso, allí donde tenía que demostrar, y demostrarse, que podía ser competitivo en una grande. En el ecuador de la carrera titulé una columna: ‘Evenepoel supera el primer examen’. Ahora podemos confirmar que ha aprobado también el segundo, que era resistir la última semana de la competición con buenas prestaciones. El test fue superado, sí, aunque mostró alguna debilidad que supo gestionar con entereza. Los exámenes no han acabado todavía. Evenepoel debe trasladar estas mismas sensaciones al Tour de Francia, con encadenados montañosos más exigentes, con puertos por encima de 2.000, con fieros rivales como Pogacar y Vingegaard… Pero ese reto ya llegará en su momento. Ahora su vida luce en rojo… Y quiere que también luzca en arcoíris. Sin cansancio.