Estos Hispanos están por hacer
Los Hispanos se despidieron este domingo del Mundial con una derrota intrascendente, la tercera en la segunda fase. Tres de tres. Ni ellos, ni sus rivales se jugaban ya nada en esta jornada final de la main round. España llegaba matemáticamente eliminada tras sus dos tropiezos ante Noruega y Portugal, mientras que Brasil encarnaba el ejemplo contrario, con un brillante pase tras su triunfo del viernes ante Suecia. El mundo al revés. Portugal y Brasil, dos selecciones sin apenas tradición en este deporte, alcanzaron el último partido con el pasaporte en el bolsillo; mientras que tres países clásicos del balonmano, Suecia, España y Noruega, aterrizaban sin ninguna posibilidad. Los dos primeros han sido campeones mundiales: los suecos, cuatro veces; los españoles, dos. Su pedigrí ofrece una idea de la hecatombe. Sin que eso suponga ningunear a los dos equipos que disputarán los cruces. Al contrario, Portugal y Brasil recogen ahora los frutos del trabajo bien hecho y, de paso, recuerdan a sus oponentes que la tradición no gana partidos, ni campeonatos, solo sirve de base. Hay potencias como Rumanía, cuatro veces oro mundial, que se han diluido en la historia.
En el caso de España, este torneo se planteaba como el inicio de la transición. Después de dos decenios gloriosos, rematados por una generación portentosa, ha llegado el momento de la reconstrucción. Hay buena cantera, una serie de Hispanitos que han sobresalido en las categorías de formación. Varios de ellos han entrado en esta convocatoria, lo que generó bastante ilusión inicial, pero finalmente los jóvenes apenas han tenido peso en el juego. Los titulares tampoco han resuelto la papeleta como antaño, y eso incluye a su estrella, Álex Dujsebaev, que no ha rendido a su altura habitual. España no ha jugado bien. Y, aun así, tuvo posibilidades de clasificación de no haber sufrido la pájara ante Noruega. Hay buena madera para trabajar. Pero estos Hispanos están aún por hacer.