Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Este Barça está muy lejos

En el deporte, cuando unos ríen, otros lloran. Siempre hay dos perspectivas de un mismo acontecimiento. A veces, más. En el caso de la Liga ACB, que este domingo conoció a su primer finalista, tenemos la cara de la derrota en uno de los gigantes del baloncesto europeo, el Barça, que cierra el curso sin levantar ningún trofeo, sin presencia en la Final Four y eliminado de la competición doméstica por la vía rápida ante su máximo rival, el Real Madrid, que le ha endosado un 7-2 en sus duelos de la temporada. Suena, como poco, decepcionante. Por no señalarlo como un fracaso, una palabra demasiado fuerte cuando en el análisis se cruza el esfuerzo de los deportistas. El Barcelona estuvo más cerca en el tercer partido, pero no fue suficiente. Un equipo como el azulgrana, aunque haya rebajado su presupuesto, está diseñado para campeonar o, como mínimo, para pelear los títulos. Este Barça de Roger Grimau ha estado lejos de una cosa y de la otra. Al inicio de la campaña tenía la justificación de los numerosos cambios de la plantilla, pero a estas alturas de junio ya no vale el argumento.

Enfrente tiene la cara del éxito: el Real Madrid. Un éxito que ya no puede ser completo, porque falló el principal objetivo del año: la Euroliga. Ese reciente tropiezo colocaba los únicos interrogantes en torno al rendimiento del equipo blanco en el Clásico, pero los resolvió con rotundidad, sin secuelas físicas ni anímicas. El Madrid supo resurgir con orgullo. El título continental es su único lunar de la temporada junto a la segunda plaza en la liga regular en favor del Unicaja Málaga. Si lo primero ya no tiene remedio; lo segundo, si gana el UCAM Murcia, puede quedarse sin trascendencia en la lucha por la Liga. Es más: incluso si el finalista es el Unicaja, parece difícil frenar a este Madrid, aunque no disponga del factor cancha. Lo raro, verdaderamente, es cuando pierde.

Normas