OPINIÓN

Estas chicas nos han robado el corazón

Desde que el 21 de julio nos pusimos frente a la tele para ver el primer partido ante Costa Rica (3-0), hemos sido legión los españoles y las españolas que nos hemos enganchado a este equipo que acaba de tocar el Everest del fútbol mundial.

España celebra el Mundial
DEAN LEWINS
Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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¡¡¡Campeonas del mundo!!!
MUNDIAL (FINAL) | ESPAÑA 1 - INGLATERRA 0

¡¡¡Campeonas del mundo!!!

Desde que el 21 de julio nos pusimos frente a la tele para ver el primer partido ante Costa Rica (3-0), hemos sido legión los españoles y las españolas que nos hemos enganchado a este equipo que acaba de tocar el Everest del fútbol mundial. Nos hemos enamorado de los golazos para la historia de nuestra sevillana del alma, Olga Carmona (¡MVP de la final!), las carreras diabólicas y goles clave de Salma, de la lucha infatigable de Esther allá arriba, de la seguridad imperial de Irene Paredes, de sus dos vigilantes de cierre perfectas como Laia Codina y la gran capitana Ivana Andrés (¡elevaste la Copa al cielo como Casillas), la creatividad inagotable de Aitana, el trabajo impagable de Mariona, la Galicia Calidade de Teresa, la elegancia excelsa de Alexia Putellas, la zurda de oro de nuestra Jenni Hermoso (juega al fútbol como los ángeles), las apariciones explosivas de Alba Redondo, la velocidad a lo Vinicius de Athenea, la calidad en las bandas de Ona Battle y Oihane, la buena labor de Misa en la primera fase y la explosión bajo palos de Cata Coll desde octavos, con magnas intervenciones dignas de un Guante de Oro...

Y no me olvido de Jorge Vilda, el míster de la gloria que soportó un aluvión de acusaciones nunca justificadas, olvidando que es un ‘entrenadorazo’, un gran gestor de grupos y un tipo enamorado también del carácter indomable de estas chicas de oro. Este exitazo de Vilda hay que atribuírselo también a Luis Rubiales, que sostuvo con firmeza el dique de contención cuando todos pedían la cabeza del técnico. Pero lo importante ahora es disfrutar de una conquista que trasciende a los tiempos, que quedará para siempre grabada en nuestras memorias y corazones. Por ellas hemos trasnochado, hemos madrugado, hemos llorado, hemos reído, hemos vibrado y hemos vuelto a sentirnos de nuevo... ¡¡¡CAMPEONES DEL MUNDO!!!

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