Estamos en el lado bueno de la Historia

En esta Champions, pisar una cáscara de plátano te saca de la autovía y te deja con el coche volcado y las cuatro ruedas mirando hacia el cielo del fracaso. Que se lo digan a Xavi, que se dio de bruces con la cruda realidad de un banquillo de elite sufriendo hasta cuatro eliminaciones europeas en apenas 12 meses (en dos fases de grupos seguidas y ante el Eintracht de Fráncfort y el United en la Europa League). El propio Atleti del Cholo no fue capaz el año pasado de meterse siquiera en la antigua Copa de la UEFA, después de ese penalti errado hasta tres veces ante el Bayer de Xabi Alonso con el tiempo reglamentario consumido. Quiero poner en valor el hecho de que el Madrid de Ancelotti esté un año más (one more year) en el Top-8 de la Gran Europa.

El partido horribilis ante el entusiasta Leipzig quedará como un mal recuerdo, pero lo importante es estar en el bombo del día 15. Y ahí, el Madrid no te falla nunca. El propio Guardiola, a pesar del 4-0 del año pasado, asumió tras eliminar al modesto Copenhague que mejor eludir por ahora a los blancos, visto su majestuoso historial en la competición más deseada por todos. Pep no olvida lo que sufrió en aquella noche mágica en el Bernabéu en la ruta de la 14 y esos dos goles mágicos de Rodrygo en 82 segundos.

Lo deseable es que al Madrid le toque para cuartos uno de los cuatro equipos que seguirán vivos tras los cruces de la próxima semana. De momento, se han metido los cuatro grandes favoritos: Real Madrid, City, Bayern y PSG. Lo mejor sería medirse al Arsenal (Hello, Odegaard), al Borussia Dortmund (reencuentro con Bellingham), al Nápoles (si es capaz de tumbar al Barça en Montjuïc) o al Atleti. Me apetece vernos las caras con ellos en Europa, donde siempre les hemos derribado. En Champions se ve cristalino quien está en el lado bueno de la Historia...